La revisión de la prisión preventiva que viene cumpliendo Gustavo Jesús Martínez se llevó a cabo ayer en la Oficina Judicial de Comodoro Rivadavia con el tribunal colegiado que se integró con las juezas Mariel Suárez y Raquel Tassello. El Ministerio Público Fiscal estuvo representado por las funcionarias Inés Bartels, mientras que el condenado fue asistido por la defensora pública, María Cristina Sadino.
La revisión es la que ordena realizar el artículo 235 del Código Procesal Penal (CPP) del Chubut, la cual debe cumplirse cada seis meses en todos aquellos casos cuyas sentencias condenatorias no se encuentren firmes.
En ese contexto, la parte acusadora solicitó que se mantenga la medida de coerción que viene cumpliendo el condenado y recordó que recientemente la Cámara Penal otorgó el doble conforme a la sentencia y readecuó el monto de la pena, fijándola en 11 años, la cual sigue siendo de cumplimiento efectivo y presupone el peligro de fuga.
Por su parte la defensa no disintió con la parte acusadora en razón de que no se da ninguno de los presupuestos que exige el artículo 226 del CPP para solicitar el cese del encarcelamiento y se aguardará el resultado de la consulta obligatoria a la que debe ser sometido el fallo ante la Corte provincial.
Tras escuchar a las partes, el tribunal resolvió mantener la prisión preventiva que viene cumpliendo Martínez atento el peligro de fuga y hasta tanto la sentencia adquiera firmeza.
LO MATARON EN LA RETIRADA
En la tarde noche del 5 de agosto de 2014, Lucas Avila Maya y Gustavo Martínez, ambos oriundos de Mendoza, ingresaron armados por la parte trasera de la vivienda de la familia Blanco en el barrio Roca. Intimidaron a sus moradores y les exigieron la entrega de dinero.
Según la reconstrucción que desarrolló la Fiscalía, la dueña de casa comenzó a gritar, lo que generó que su marido, Angel Blanco, que estaba en la planta alta se despertara, tomara un arma de fuego que guardaba y se dirigiera hacia la planta baja.
Al observar que su esposa y su hijo estaban siendo intimidados por los agresores, el empresario metalúrgico les gritó. Entonces Martínez y Maya dispararon al menos en cinco oportunidades en dirección a las víctimas. Blanco respondió al menos en una oportunidad. Los disparos de los asaltantes impactaron en el dueño de casa y su esposa, pero quien resultó herido de gravedad fue Santiago, quien recibió un tiro en su abdomen mientras los delincuentes se retiraban del lugar y producto de las graves heridas falleció horas después.
En el intercambio de disparos Martínez fue alcanzado por un proyectil que impactó en su abdomen, aunque logró huir a bordo de un vehículo. Luego fue abandonado por su cómplice en un centro asistencial y derivado al Hospital Regional, donde permaneció internado en carácter de detenido.
Maya huyó hacia Mendoza y fue detenido en San Rafael junto a Mariela Martínez, quien terminó absuelta en el juicio. La Fiscalía la había imputado por su participación como conductora del vehículo en la que los asaltantes llegaron hasta la casa de la familia Blanco.