Convocan a una marcha para pedir que Barrientos sea llevado a juicio

Ante el acuerdo planteado de un juicio abreviado entre la Fiscalía y la Defensa Pública para que Pablo "Bizcocho" Barrientos reciba una pena de 4 años y 9 meses por ser considerado "partícipe secundario" de robo agravado en el asalto a la estación de servicio que terminó con el asesinato del cabo Nelson Godoy, en julio de 2012, familiares y amigos del policía convocan a una marcha para pedirle al tribunal que desestime el acuerdo. Maylen Crespo, la esposa de Godoy cuestionó ante El Patagónico que a ella no la consultaron por la propuesta del juicio abreviado y reclama justicia para su marido.
Maylen Crespo, la esposa del policía Nelson Godoy -fallecido un día después de recibir un tiro en la cabeza durante un asalto a la estación de servicio "13 de Diciembre", ocurrido el 20 de julio de 2012- tiene sus brazos marcados. El hematoma es producto de un forcejeo en la Oficina Judicial donde la debieron sacar ante la crisis de nervios e impotencia que le tocó atravesar el lunes al saber del acuerdo abreviado que plantearon la Fiscalía y la Defensa Pública, para el imputado Pablo "Bizcocho" Barrientos, acusado de ser participe secundario en el robo que culminó en el homicidio de Godoy.
"Siento bronca" confiesa Maylen. Cuenta que le preguntó a Miguel, el padre de Nelson si había firmado algo con la Fiscalía, y que este le respondió: "te juro que no firmé nada". "Cuando él (Miguel) se juntó con el fiscal por el tema del juicio abreviado, yo tenía a mi nene internado con neumonía en el hospital. De nuestra parte nadie firmó nada", reclama ella.
La viuda de Godoy no entiende cómo es que a Barrientos se lo quiere juzgar en un abreviado por el robo solamente, si es que en ese robo lo mataron a Nelson. "¿Por qué hicieron un juicio abreviado? Si nuestra parte no estaba de acuerdo. Es más, lo que nosotros esperamos es que Barrientos declare", denunció Maylen ayer en diálogo con El Patagónico.
"A Barrientos lo pusieron ahora por el tema del robo, pero él en las cámaras (el video del asalto) participa. Si bien se agarraron de una participación secundaria, no, él estaba ahí. El en la moto sale con (Bruno) Díaz (condenado por el homicidio del policía y en una segunda instancia absuelto)", reprocha Maylen.
La joven de 22 años siente mucho miedo, pero no tan solo de la delincuencia y sus entornos, sino de la misma policía. "De solo pensar que hay gente que está tapando todo esto. Policía, todo. Si pasa esto, es porque hay algo. Y yo estoy sola con mi hijo. Si a mí me pasa algo... Acá hay algo raro, no puede ser que de la noche a la mañana haya cambiado todo (a Barrientos se lo iba a llevar a juicio y se iban a pedir diez años de prisión). Que una hora antes de que empiece el juicio Barrientos se escape (por la fuga que protagonizó en 2014 hasta ser recapturado este año). Que nadie ve nada. Es todo rarísimo", sostiene.
Maylen hasta desconfía de algunos compañeros de Nelson que cree han tenido que ver en la fuga de Barrientos de la Seccional Séptima en mayo del año pasado. Esa causa administrativa para deslindar responsabilidades todavía no ha tenido resultados.

LA MARCHA
La viuda estará presente en la marcha convocada por el padre de Nelson, Miguel Godoy .el viernes a las 10 en la plaza de la Escuela 83 a la que se invita a la comunidad, a policías y a todas sus familias. Miguel comentó que en Esquel y Rawson también apoyan la movilización. Quieren que Barrientos sea juzgado y que declare quién fue el asesino.
La viuda le pidió al tribunal compuesto por Gladys Olavarría, Jorge Odorisio y el conjuez Guillermo Iglesias "que hagan justicia por la muerte de mi marido. Que esto no quede impune. Que no tan solo era policía, sino que era una persona, que tenía familia y tenía un hijo. Que si bien lo hizo por 300 pesos que lo tengan que matar, es algo que no tiene sentido. Si él hubiese hecho la vista gorda, se hubiese comido un sumario", afirmó Crespo.
El tribunal dará a conocer el martes que viene la decisión de si homologa o rechaza el acuerdo abreviado al que llegaron el fiscal Adrián Cabral y el defensor Alejandro Fuentes.

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