Hace casi un año, la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia exhortó a los jueces federales de Rawson, Hugo Sastre, y de Comodoro Rivadavia, Eva Parcio, a darle mayor agilidad en las causas que se tramitan ante sus juzgados.
En aquella ocasión, advirtió especialmente sobre las demoras que se registraron en la instrucción de la causa que investiga presuntas torturas cometidas en el Regimiento de Infantería N° 8 de Comodoro Rivadavia en el que –presumen- funcionó un centro clandestino de detención durante la dictadura militar.
Especialmente se refirieron al escaso avance de la causa cuando la misma estaba en manos de Sastre. Ahora, todo parece indicar que el proceso se agilizó. En ese marco se produjo el último viernes la declaración en Comodoro Rivadavia del ciudadano Agustín Marcó Del Pont.
Marcó Del Pont es un médico psiquiatra que nació en Mendoza y que cuando en 1976 hacía el servicio militar fue trasladado a Comodoro Rivadavia por sus superiores como una especie de castigo por su entonces militancia estudiantil.
Ayer, en diálogo con Diario Patagónico, informó que en 1984 realizó una denuncia en la ante la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas de la ciudad de Córdoba porque cuando era “soldado médico” en el Regimiento de Infantería 8, “conocí la existencia de un centro clandestino dentro del batallón, donde había presos políticos en forma ilegal. Lo conocí en forma fortuita porque mientras hacia el servicio fui llevado a un asado que se hacía junto a los directivos de YPF y los médicos que trabajábamos en el hospital del Batallón Logístico. Allí vi un lugar que estaba tapiado por afuera con maderas, me llamó la atención, le pregunté a un soldado y me dijo que en ese lugar había presos en forma clandestina”.
LAS VICTIMAS
En 1986, Marcó Del Pont fue citado por el Juzgado Federal de Comodoro Rivadavia para hacer un reconocimiento del lugar. Diez años después de aquella vez que se enteró de un centro clandestino de detención, sólo encontró restos de cerámicos en el piso: la edificación ya no existía.
En ese momento se enteró que uno de los detenidos en ese lugar había sido el abogado Ramón Torres Molina, que vivía en La Plata. “Le hice saber que había hecho una denuncia y que sabía que él había sido detenido allí. Fue muy emocionante que nos conociéramos, que yo supiera de una persona que estuvo allí y que se había salvado, que no fue muerto por los militares como pasó con varias personas que estuvieron en ese lugar”.
Personalmente, Marcó Del Pont no conoció a otros detenidos en el centro de Km 8, aunque indicó que “me mencionaron dos personas, dos soldados, uno de Las Lajas y otro de Sarmiento, que fueron trasladados acá como yo, que nunca más aparecieron”.
Sin embargo, hay denuncias que indican que muchas de las víctimas habían llegado trasladadas desde la Unidad 6 del Servicio Penitenciario Federal, de Rawson.
En este marco también se refirió a civiles que ejercían tareas de inteligencia para el Ejército. “Nosotros veíamos a estas personas como gente buena, y resulta que eran los que marcaban, nos entregaban, sacaban fotos a quienes sólo pensaban diferente. Por eso conocer esas listas también es muy importante”, concluyó.