En contacto con El Patagónico, el padre del chico, de nombre Ramón, relató que su hijo fue baleado mientras jugaba un partido de fútbol con sus amigos, a pocos metros de su vivienda en el barrio Las Flores. "Yo soy un laburante, trabajo todo el día incluso cuando pasó esto estaba trabajando", sostuvo.
El hombre detalló que su hijo y sus amigos estaban al lado de Radio Líder jugando a la pelota a las nueve y media, que todavía es temprano, cuando aparece una camioneta de Infantería. De ahí bajan cuatro oficiales y avanzan, todos los chicos empezaron a correr y ellos a tirar".
En esa violenta circunstancia el chico "quedó entre los últimos y terminó con ocho disparos en sus piernitas", indicó el padre.
El nene quedó herido y tirado en el suelo. El mismo policía que lo reprimió se acercó al chico y este sólo atinó a decirle: "no me pegue soy menor".
Como si se trataran de palabras mágicas, el efectivo se retiró del lugar. La pequeña víctima quedó tendida sobre las calles Los Aromos y Sarmiento. "A mi hijo lo trasladaron los vecinos al Hospital Regional, ahí nos dijeron que tenía ocho impactos de balas de goma", precisó Ramón.
Lamentó que su hijo quedó con miedo, yo pedí en Fiscalía asistencia psicológica y ahora lo único que quiero es que no nos pase nada ni a mí, ni a mi familia. Nunca jamás tuvimos un problema con la policía, ni queremos tenerlo. Esto que paso acá no lo habíamos visto nunca".
El desesperado hombre concurrió a las comisarías Cuarta y Primera, pero efectivizó la denuncia ante el Ministerio Público Fiscal. "Esto no tiene que volver a pasar", recriminó. En cuanto al procedimiento policial no hay demasiada información, aunque la denuncia servirá para avanzar en un sumario administrativo y tratar de identificar al efectivo para que sea separado de la fuerza.