En la Escuela 172 reclamaban poder votar luego del cierre de las puertas

Por lo menos una docena de ciudadanos que concurrieron a votar ayer por la tarde al edificio escolar de Kennedy y Polonia no pudieron emitir su sufragio, luego de que cerraran las puertas cuando aún faltaban cientos de electores por votar en el interior de la escuela.
Ayer a las 18:30, cientos de personas todavía esperaban votar en la Escuela 172, ubicada en Kennedy y Polonia. La espera era larga, en algunos casos con una demora de más de dos horas según denunciaron los electores a El Patagónico. Sin embargo, esto no fue todo, ya que también hubo personas que no pudieron emitir su voto, ante el cierre de puertas que se produjo a las 18, tal como estaba establecido.

Juana fue una de las tantas electoras que a esa hora esperaba la apertura del portón para poder emitir su sufragio. Reconoció que llegó minutos después de las 18, tras equivocarse de escuela. "Me mandaron para acá, me dijeron que alcanzaba, pero mientras tomé el colectivo cerraron las puertas. Dicen que era hasta las seis, pero tenemos derecho al voto, voy a esperar porque si no qué voy a hacer, para pagar la multa no tengo", lamentó.

Una situación parecida vivió Vanesa Vargas, quien fue a la escuela junto a su marido y sus hijas. "Llegamos tarde, pero fui con mi marido a la otra escuela que estaba llena, y ahora me dicen que no me van a dejar entrar. Me voy a quedar esperando si hay gente afuera todavía", señaló.

Diferente fue la versión de "Bety" Corbett, quien denunció que policías y militares alrededor de las 17:30 le dijeron a la gente que hacía fila en el exterior del establecimiento que se fuera a su casa, ya que
iban a cerrar las puertas. "La cola estaba dando vuelta todo, y un policía le dijo a mi hija que se vaya a la casa porque eran cinco y veinte y a las seis cerraban las puertas", explicó indignada.

"Muchos de los policías mandaron la gente a su casa, entonces yo llamé a mi hija para que se viniera a votar, hablé con el militar y me dijo que no había ningún delegado, ni fiscal general. Entonces empecé a los gritos a preguntar si había un fiscal para que toda la gente que está afuera tuviera su derecho de voto.
Ahí me escuchó y los hicieron entrar a todos", resumió, culpando a las fuerzas de seguridad por esta situación.

"Por culpa de ellos mucha gente se fue a su casa sin votar, pero no por culpa de la gente. Nadie tiene la culpa que en esta escuela haya estado todo mal, que estés tres horas en una mesa", agregó.

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