Marcelo Gallardo sufrió ayer su primera gran frustración como entrenador de River en finales, con la derrota 2 a 1 ante Flamengo de Brasil en la definición de la Copa Libertadores a partido único en el Monumental de Lima, Perú.
El éxito impera en el ciclo de Gallardo en River, desde junio de 2014 hasta estos días, y si bien supo caer en cuatro oportunidades sobre las 14 finales que disputó, el resultado ante Flamengo se vislumbra como su mayor decepción por la magnitud del certamen.
El River de Gallardo perdió anteriormente la Supercopa Argentina ante Huracán (2015) y Lanús (2017), pero resultan incomparables con una definición continental ante uno de los equipos más populares del planeta.
La derrota por goleada 3 a 0 ante Barcelona de España, con el astro Lionel Messi, en la final del Mundial de Clubes 2015 de Japón resultaba posible en la previa por el presente de ambos equipos. El equipo catalán alistó a uno de sus tridentes más mentados en la historia como Messi, el uruguayo Luis Suárez y el brasileño Neymar, acompañados de jugadores como Andrés Iniesta, Javier Mascherano, Sergio Busquets y Gerard Piqué, entre otros.
River, que afrontó aquel certamen con un momento futbolístico inferior al que exhibió en la Copa Libertadores que obtuvo, no pudo achicar la brecha en categoría y físico. Por lo tanto, la derrota no resultó tan dolorosa.
El cruce con Flamengo representaba una gran ilusión para River en pos de lograr la quinta Copa Libertadores, la segunda de forma consecutiva, algo que Boca logró en 2000 y 2001, con un plantel que este año ganó la Recopa Sudamericana ante Atlético Paranaense de Brasil, alcanzó la final de la Copa Argentina y da pelea en la Superliga.
Gallardo fue el artífice del mayor logro en la historia de River con la obtención de la Copa Libertadores 2018 ante Boca Juniors, el rival de toda la vida.
Esa definición, signada por cuestiones extrafutbolísticas, desgastó mental y físicamente a un equipo que protagonizó una decepción mayúscula con la derrota ante Al-Ain de Emiratos Arabes Unidos en las semifinales del Mundial de Clubes que lo privó de enfrentar a Real Madrid de España en la final.
De las 14 finales, el River de Gallardo ganó 10 y perdió cuatro. La última, la de ayer, lidera el ránking de las más dolorosas.