Los siete detenidos por la desaparición de Loan Danilo Peña en el paraje El Algarrobal, en 9 de Julio, Corrientes, continúan bajo prisión preventiva tras la reciente decisión de la Cámara Federal de Corrientes. Esta medida reafirma el procesamiento de Bernardino Antonio Benítez, Laudelina Peña, María Victoria Caillava, el ex marino Carlos Guido Pérez, Mónica del Carmen Millapi, Daniel Oscar “Fierrito” Ramírez, y el ex comisario Walter Adrián Maciel, quienes están un paso más cerca del juicio oral.
Aunque la Cámara mantuvo la prisión preventiva, revocó parcialmente la imputación contra Caillava y Maciel. En el caso de Caillava, se le eliminó la figura de amenazas, mientras que al ex comisario se le cambió la imputación de encubrimiento agravado a partícipe necesario del delito de sustracción de un menor.
Los jueces Selva Spessot, Ramón Luis González y Mirta Sotelo ratificaron el procesamiento realizado por la jueza federal de Goya, Cristina Elizabeth Pozzer Penzo, por el delito de sustracción de un menor. Sin embargo, los camaristas se distanciaron de la hipótesis principal planteada por la jueza, señalando que las contradicciones en su argumentación no afectan la naturaleza del delito imputado.
La Cámara cuestionó la posibilidad de que el niño hubiera sido víctima de un accidente antes de su sustracción, afirmando que esta idea implicaría que los imputados, en un inicio, habrían participado en un acto culposo, lo cual no admite coautoría. También enfatizaron que, incluso si se hubiera dado consentimiento para que Loan fuera al naranjal, esto no excluiría la responsabilidad penal, dado que el paradero del menor sigue siendo desconocido.
Los camaristas afirmaron que los imputados planificaron la sustracción de un menor, y que la elección de Loan como víctima ocurrió durante el desarrollo de un almuerzo, lo que no afecta la configuración del tipo penal. En cuanto al ex comisario Maciel, se concluyó que su colaboración previa a la ejecución del delito lo convierte en cómplice primario en el mismo.
La investigación reveló que el plan para secuestrar a Loan implicaba roles específicos para cada imputado. Maciel, aprovechando su posición, debía garantizar que la sustracción se llevara a cabo sin interferencias policiales. Benítez y Ramírez tenían la tarea de atraer a los menores al naranjal, mientras que Millapi y Laudelina Peña los acompañarían, con Laudelina actuando como un nexo entre los captores y quienes debían retirar al niño.
A medida que el caso avanza, la comunidad sigue a la espera de justicia por la desaparición de Loan, mientras los acusados se acercan al juicio que determinará su responsabilidad en este trágico suceso.