Después de dos años y medio de investigación, la causa por el femicidio de Valeria Soledad Vivar se elevó a juicio para la tranquilidad de la hermana e hijos de la mujer de 38 años que residía en la parte alta del barrio Pietrobelli. Desde el primer momento los imputadxs dijeron que se trataba de un suicidio.
La audiencia preliminar estuvo presidida por la jueza penal Gladys Olavarría. En primer lugar, la fiscal general Cecilia Codina y la funcionaria Eve Ponce recordaron que el crimen se produjo el domingo 24 de enero de 2016 entre las 4 y las 4:30 en el interior del domicilio de la pareja, en la calle Saavedra 1.490.
Según la acusación, Héctor Rubén Gallardo (38) estranguló a su pareja presionando el cuello de la misma con su antebrazo en lo que se denomina estrangulación antebraquial. El ataque fue ante la presencia de su propia madre, Lilian Magalí Campos (59), quien no impidió que su hijo llevara a cabo el homicidio ni ayudó a la víctima.
Una vez muerta, Gallardo le efectuó un total de 23 cortes en ambas muñecas al cuerpo de Vivar. Luego, junto a su madre, colgaron una sábana desde las vigas del techo del lavadero de la vivienda y acercaron un trozo de sábana al cuerpo de Soledad, simulando que Vivar se había anudado la sábana al cuello. Después imprimieron una marca en el cuello de la víctima.
Por todo ello, las fiscales calificaron el delito como homicidio doblemente agravado por el vínculo y por ser cometido en contexto de violencia de género, femicidio, en calidad de autor para Gallardo y de partícipe necesaria para Campos.
En forma alternativa las acusadoras propusieron el mismo delito, pero de partícipe secundaria para la suegra de Vivar.
MoNTAJE DE LA ESCENA
Por su parte, la defensora pública Viviana Barillari –asistió a Gallardo- argumentó que no coincide con la teoría del caso de la Fiscalía, debido a que las pruebas aportadas abonan el suicidio. No obstante, no objetó la acusación.
Luego, el abogado Mauro Fonteñez –representó a Campos- objetó la acusación porque a su entender durante el desarrollo de la investigación no se pudo probar cuál fue el rol de Campos en el crimen. Pidió su sobreseimiento y subsidiariamente un cambio de calificación legal en su contra por encubrimiento.
En contraposición, Codina requirió que no se hiciera lugar al pedido de sobreseimiento debido a que existen elementos para sostener con probabilidad la participación de Campos en el homicidio. “Queda claro que hubo un acuerdo entre ambos imputados, el montaje de la escena, los cortes en el brazo de la víctima y la sábana”, sostuvo la fiscal.
La magistrada rechazó el pedido de sobreseimiento en base a que el defensor no enunció elementos probatorios para sostenerlo ni manifestó cuáles eran las otras interpretaciones que le diera a la acusación fiscal. “Esto debe discutirse en el debate y existen indicios de mala justificación para Campos”, aseguró la jueza.
Tras el ofrecimiento de las pruebas documentales y testimoniales de las partes, decretó el auto de elevación a juicio de la causa. Hay que recordar que Gallardo y su madre se encuentran con prisión preventiva desde el 7 de noviembre de 2017 cuando se formalizó la investigación.