Por: Andrea Schill. Asesora y Coach Nutricional
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Sobre la base de hierro, aparece el enlozado o esmaltado: presentable, bonitos colores, fácil limpieza, pero que ocurre con el uso diario se golpean, salta el enlozado, se cacha, como se dice vulgarmente, si la cachadura es por fuera ya no se podría presentar en la mesa, se perdería toda estética, pero si es por dentro el problema es más grave, pues al quedar el hierro al descubierto, su oxido contamina los alimentos y al estar el ama de casa revolviendo durante la cocción, puede saltar otra partícula del enlozado, mezclarse con los alimentos, y al ser ingeridos, podría producir heridas cortantes en el aparato digestivo.
Luego aparece el aluminio, metal liviano, poroso, blando, buen difusor de calor, de bajo costo económico, las amas de casa se volcaron en forma masiva a él, pero se descubre a nivel médico científico, que el aluminio es un metal altamente tóxico, despide una sustancia llamada bióxido de alumen, que al contacto con el agua y las altas temperaturas se transforma en hidróxido de alumen.
Tome un recipiente de aluminio, hierva agua, en poco tiempo observe ese aro gris que se forma alrededor, eso es el hidróxido de alumen. Interfiere en el aprovechamiento del hierro, causando anemia, hace tiempo que se vislumbra una conexión entre la ingestión de aluminio y la enfermedad del mal de Alzheimer (degeneración mental que aumenta con la edad) y por si esto fuera poco, el aluminio reemplaza al calcio principal componente de los huesos, causando fragilidad y predisposición a las fracturas, a los chicos le acelera la aparición de caries dentales y a todos nos produce trastornos estomacales y circulatorios.
Mucho más concentrado se transforma en trióxido de alumen. Lo encontramos en fórmulas para raticidas. Pero este no es todo el inconveniente, también son sus poros. Usted habrá notado que en el fondo de los hervidores o cacerolas hay unos puntos negros: esos son los poros, que por más que refriegue no los pueda sacar. Cuando se coloca un recipiente sobre el fuego el calor dilata el metal, abre sus poros al retirar el recipiente de la hornalla, el metal se enfría, se cierran sus poros, almacenando en su interior partículas de alimentos, al volver a usar al otro día, o dos o tres días el mismo elemento, se produce igual proceso, al recibir temperatura los poros se vuelven a dilatar y esas partículas de alimentos almacenados ya están en estado de descomposición, se mezclan con los alimentos frescos del día, por eso si ocurre que algún miembro de la familia le cae mal una comida, una de las causas es esta.
Una olla de teflón rallada o una de aluminio pueden transformar el sabor de una comida y, lo que es peor aún, cambiar su composición química haciéndolos tóxicos y peligrosos para la salud.
Los minerales tóxicos son aquellos que por pasar los niveles que requiere nuestro organismo en la ingestión o inhalación, ya sea por vía respiratoria o por la piel, nos intoxican sin tener un factor biológico que nos ayude a eliminarlos. Según la Organización Mundial de la Salud este límite se ha establecido como cantidad máxima semanal de siete miligramos por kilo de peso. Pero no es fácil de medir. Por esa razón, preferimos informarle cuales son las principales fuentes de contaminación y que medidas pueden ayudar a hacerle frente a sus efectos nocivos para la salud.
En la mayoría de los países europeos y en los Estados Unidos, el uso del aluminio en recipientes de cocina está completamente prohibido porque está comprobado que los niveles de desprendimiento de aluminio que tienen las ollas fabricadas con este metal es tóxico para el ser humano. Sin embargo, en la mayoría de los países de Latinoamérica las ollas de aluminio tienen un uso muy extendido, lo que conlleva riesgos de contaminación en la población. Entre las principales razones están:
Destruye la Vitamina C, investigadores rusos compararon de una compota cocida en recipiente de aluminio y de acero inoxidable que a igual cantidad inicial de Vitamina C, la cantidad final era hasta tres veces inferior en el aluminio.
Favorece la formación de sustancias mutágeno en las carnes asadas.
Se cree que el aluminio retiene plomo. Si el agua de las canillas contiene este metal, las paredes de las ollas de aluminio lo retienen y los liberan al añadir alimentos o líquidos ácidos. Si se deja agua acidificada durante 1/4 de hora a 60º C en una olla en la que antes se habrá hervido agua (sola o con verduras) que contenía plomo, entonces el agua acidificada y hervida en recipiente de aluminio contiene de 2 a 12 veces más cantidad de plomo que se hierve en uno de vidrio. El hecho de limpiar bien la olla antes de poner el agua no mejora el resultado: todo lo contrario, ya que después de limpiar una olla de aluminio esta libera aun más cantidad de plomo. En cambio en el vidrio se observa el fenómeno inverso.
Los síntomas más comunes de intoxicación son irritación gastrointestinal, bloqueo de la absorción de fósforo, soriasis, fibrosis, sensibilidad, estreñimiento, inhibición en la absorción del hierro y algunas vitaminas. La fuente de intoxicación con aluminio son los utencillos de cocina a base de aluminio, alimentos, desodorantes, pastas dentales, medicamentos antiácidos, envolturas de aluminio, agua hervida en ollas de aluminio.
Teflón: (politetrafluorometileno) utilizando como revestimiento de sartenes y otros recipientes (en general de aluminio) permite cocinar sin materia grasa y sin que los alimentos se peguen. En teoría es inofensivo. Sin embargo, a partir de 250º C puede descomponerse y ser tóxico. Esta temperatura se alcanza con facilidad si, por descuido, se deja la sartén al fuego sin alimentos. Según algunos estudios no sería necesario llegar a esa temperatura para que se desprendieran partículas que pasan a los alimentos. Además con el tiempo es muy común que el teflón se empiece a desprender y se mezcle con los alimentos: así también es muy probable que este material tóxico llegue a nuestras bocas.
Vidrio templado: Es un recipiente higiénico, sin poros, de fácil limpieza y permite ver lo que se está cocinando en su interior, claro que el inconveniente aparece a veces, cuando la retiramos del horno y la depositamos en la mesada, ya que la diferencia de temperatura puede producir su rotura, esto lo puede producir también una simple corriente de aire al llevarla a la mesa.
La propuesta de cocina saludable es el acero inoxidable grado quirúrgico, similar a l que se usa en la fabricación de instrumental de cirugía (bisturís, pinzas, escarpelos, etc) y es el mismo que reemplaza al platino en las prótesis tales como cabeza de fémur, clavos, etc. Es decir que si la llevamos de por vida en el cuerpo sin que nos haga nada, qué puede pasar con los alimentos que cocinemos con este material. Nada, por ser un material noble que no intoxica los alimentos, que además mantiene los nutrientes de los alimentos y no contamina.
- 29 enero 2014