La víctima se resistió y la agresora reaccionó con brutalidad: con un arma blanca le causó cortes en la rodilla y ambas muñecas. Los gritos alertaron a vecinos del sector, que intervinieron rápidamente para separarlas. Minutos después, un agente de Guardia Urbana logró demorar a la atacante hasta la llegada del móvil policial.
Pero la situación no terminó ahí. La hermana de la agresora apareció en la escena e intentó impedir la detención, golpeando y pateando a los efectivos, dejando a uno de ellos con lesiones visibles. También fue reducida y aprehendida.
En el lugar, la Policía constató que la atacante violaba un arresto domiciliario vigente y que llevaba colocada una tobillera electrónica, cuyo sistema ya había emitido alerta por incumplimiento. Su hermana tampoco estaba en regla: tenía pedido de captura solicitado por la Oficina Judicial de Puerto Madryn.
Ambas quedaron alojadas en el IIP. Se secuestró un cuchillo tipo serrucho utilizado durante el ataque.
La víctima fue trasladada al hospital para recibir atención médica.
En la audiencia de control de detención realizada ayer, la Justicia declaró legal la intervención policial y dispuso que la agresora permanezca detenida por el término de seis meses mientras avanza la causa.