La Policía de la Ciudad de Buenos Aires reprimió este jueves a un pequeño grupo de personas que estaba protestando en los alrededores del Obelisco. Uno de los detenidos, Facundo Molares -militante de Rebelión Popular-, estuvo un largo rato descompensado y finalmente falleció cuando era trasladado al hospital Ramos Mejía. La ambulancia del SAME tardó más de media hora en llegar al lugar, corazón del centro porteño, informa el diario Tiempo Argentino.
“Las cuatro compañeras que estaban con él fueron detenidas y no sabemos cómo están. El panorama no es bueno. Estamos esperando a los abogados para que nos indiquen los pasos a seguir”, puntualizaron otros manifestantes cuando aún no estaba confirmada la muerte de Molares.
También precisaron: “todo ocurrió cuando estábamos desconcentrado. Ni siquiera habíamos cortado la calle. Se trataba de una puesta en escena en donde llevamos una urna grande con un cartel que decía: ‘si el voto cambiara algo sería ilegal’, y tratábamos de concientizar eso”.
La manifestación había sido convocada por Rebelión Popular, entre otras organizaciones políticas. “Ahora sí estamos cortando parte de la calle, pero el Metrobús está liberado, esto tenía que haber terminado hace horas, pero el conflicto se pronunció por culpa de los milicos que nos encerraron y empezaron a pegarnos con los palos y ahí se desvaneció el compañero”, relataron manifestantes.
QUIEN ERA MOLARES
Facundo Molares Schoenfeld, fotoperiodista, argentino de 48 años, con domicilio registrado en Trevelin, fue identificado en noviembre de 2019 por la Policía boliviana en Santa Cruz de la Sierra, tras haber sido herido de bala durante la cobertura periodística del golpe de Estado contra Evo Morales.
Molares había viajado en 2018 a Santa Cruz de la Sierra, procedente de Colombia, para cubrir las elecciones bolivianas para la revista digital Centenario. Pero, según las autoridades bolivianas que lo detuvieron tras el golpe de Estado de noviembre de 2019, el fotoperiodista argentino había sido miembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y había llegado a Bolivia para actuar como “instructor”, con el alias de “Camilo El Argentino”.
En noviembre de 2020, gracias a una gestión también por el canciller Felipe Solá, Bolivia revisó su caso bajo el argumento de que recibió tratos crueles y degradantes durante su detención bajo el gobierno de Jeanine Áñez.
Con el tiempo, Molares regresó al país para asentarse de vuelta en Trevelin donde reside su familia. Sin embargo, en noviembre de 2021, la división Interpol de la Policía Federal lo arrestó en esa localidad chubutense. Colombia había puesto una circular roja sobre su persona.
El delito por el que se lo buscaba estaba relacionado a las FARC y con su presunta vinculación al secuestro del concejal Armando Acuña, cometido el 25 de marzo de 2009 en el municipio de Garzón. Acuña estuvo 20 meses privado de su libertad por la organización armada.
Tras su detención en Trevelin, Molares fue trasladado al penal de Ezeiza. En mayo de 2022, el juez federal de Esquel, Guido Otranto, hizo lugar a su extradición a Colombia, rechazando el carácter político de su detención. Finalmente, el julio de 2022 cuando llevaba 263 días recluido en Argentina, fue liberado a partir de que Justicia de Paz en Colombia suspendió su pedido de extradición.