Padre e hijo muertos: cuál es la principal hipótesis

Cristian Fink (37) y el pequeño Álvaro (3) fueron hallados sin vida en las profundidades del Dique El Cajón, cerca de Capilla del Monte.

“Etiología dudosa”. Esa es la respuesta que sale por estas horas desde la Justicia de la provincia de Córdoba respecto la muerte de Cristian Fink (37) y su hijo Álvaro, de 3 años, quienes fueron encontrados sin vida este jueves en las profundidades del Dique El Cajón, cerca de la localidad de Capilla del Monte. Es decir, todavía no está confirmado el motivo de los fallecimientos.

Sin embargo, el fiscal Nelson Lingúa, de la Fiscalía de Instrucción de Cosquín -que es quien lleva adelante el expediente- maneja una hipótesis. Si bien faltan por conocerse los resultados de las autopsias y los investigadores y no descartan ninguna teoría, fuentes judiciales señalaron a Infobae que todo apuntaría a que ambos murieron ahogados, en medio de un intento de rescate desesperado por parte del papá.

Según explicaron y en base a lo que hallaron hasta el momento, “todo indica que el chico se cayó en un lugar donde hay pozos y el padre quedó enredado cuando se metió para sacarlo del agua”. En ese sentido, señalaron que los exámenes forenses terminarían por corroborar esta hipótesis. Resta esperar. Ambos se encontraban desaparecidos desde la tarde del miércoles y eran buscados en esa zona.

La desaparición había generado máxima preocupación en Capilla del Monte, en la provincia de Córdoba. Los Fink, padre e hijo de 37 y 3 años respectivamente, habían sido vistos por última vez en la zona donde fueron encontrados, lugar habitual de paseo para la familia.

Aquella jornada el padre salió de su casa con el pequeño rumbo a la zona del río. De acuerdo con los familiares, el plan era simple: ir a “tirar piedras al río”, una actividad que solían compartir para recrearse.

Sin embargo, con el correr de las horas no regresaban a su casa y comenzó la inquietud de su familia. La situación empeoró cuando intentaron contactar a Cristian por teléfono y fue imposible.

Ante la desesperante situación, los familiares decidieron comenzar con una primera búsqueda propia, por lo que comenzaron a recorrer los alrededores del río Calabalumba.

Así fue como realizaron el primer hallazgo: el automóvil del hombre, un Chevrolet Aveo gris. Estaba estacionado, intacto, con llave y vacío a unos 600 metros del balneario Águila Blanca. No había señales de violencia ni de forzado en el vehículo.

La escena llevó a la familia a avisar de inmediato a las autoridades, activando así un operativo de búsqueda cuyo despliegue se extendió desde la noche del miércoles y continuó hasta el hallazgo de los cuerpos este jueves por la tarde.

Fuente:

Notas Relacionadas

Dejá tu comentario

Las Más Leídas del Patagónico