"Perdemos guita, amor": la pareja de Calvete se negó a declarar

Guadalupe Muñoz habría administrado dinero en efectivo, cheques y planillas en la operatoria investigada.

Desde el mediodía de este miércoles indagaron en Comodoro Py a Guadalupe Ariana Muñoz, presunta pareja y colaboradora de Miguel Ángel Calvete, uno de los principales actores en la presunta trama de corrupción que se investiga dentro de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), acusado de actuar como un director extraoficial dentro del organismo.

De acuerdo con las sospechas del fiscal Franco Picardi, Muñoz ayudaba a Calvete en la administración de los pagos efectuados a empresas, cobraba cheques, manejaba recibos y confeccionaba planillas con porcentajes, “participando activamente en la distribución de los fondos derivados de las operaciones investigadas”, dice el dictamen.

Parte de los elementos recabados por la Justicia que involucran a Muñoz en la maniobra se corresponden con comunicaciones de ella con Calvete, que, además de ser investigado en este proceso, está condenado y preso por proxenetismo en otra causa.

En un audio, por ejemplo, Calvete le explica a Muñoz cómo realizar un determinado porcentaje. “Amor, vos te equivocaste en la última columna. Porque es el 30% del 15%, ¿me entendés? Por eso te decía, dividilo por 7 y multiplícalo por tres”, le dice, y agrega: “Esa última columna tenés que rehacerla”.

“Siempre es el 70% del resultante de lo que dividís por 1.07. No es el 30 del 70, si no, perdemos guita amor”, le advierte Calvete, en otra grabación.

Además, Calvete le solicitó a Muñoz que le facilite 5 millones de pesos a Spagnuolo. “El boludo del pelado que viaja a Israel y no tiene efectivo en pesos”, le explica, cuando Muñoz le pregunta para quién era el dinero. El viaje nunca llegó a concretarse.

Otro de los contactos entre ambos da cuenta, entiende el fiscal, de que bajo las competencias de Muñoz también estaba el manejo de cheques. “Amor –dice Calvete–, Eva mandó los cheques; apenas llegan me avisa, y va Lautaro a buscarlos”.

En otra de las comunicaciones, Muñoz le envía a Calvete un recibo por el pago de US$90.343, y este le pide que lo guarde en una caja fuerte, “sin aclarar de quién, ni en concepto de qué”, dice el fiscal.

Además, los vínculos societarios de Muñoz refuerzan su relación con Calvete. Constituyó la sociedad Residuos Disposición y Tratamiento S.A.S. junto a Ruth Noemí Lozano, quien, a su vez, es accionista de la empresa de Calvete, Indecomm, y de Profarma S.R.L, una de la empresas beneficiadas con el presunto direccionamiento, de la cual Lozano, que fue llamada a indagatoria por el juez Sebastián Casanello, también es accionista.

Ayer se negaron a declarar Luciana Ferrari y Federico Santich, acusados de oficiar como “operadores externos” en la agencia y de utilizar, sin ser funcionarios ni empleados públicos, un sistema interno de compra de insumos médicos.

Ferrari se desempeñaba profesionalmente en el laboratorio Roche al momento de los hechos −fue despedida tras el dictamen−, y Santich, que mantenía un estrecho vínculo con Calvete, era accionista de dos de las cuatro firmas favorecidas por el presunto direccionamiento, Profusión S.R.L y Droguería Profarma S.A.

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