Caleta Olivia (agencia)
En la conferencia de prensa, la directora del nosocomio estuvo acompañada por el asesor legal, Fernando Nanni; la jefe del área de Salud Mental, Isabel Ortiz, y la vicedirectora Betina Persani.
En principio, Nanni señaló que "no podemos presentar una apelación a la decisión del traslado porque es algo que lo decidió el órgano de aplicación, que en este caso es el director del Hospital Regional de Río Gallegos".
En tanto, Zari dejó en claro que "no tenemos ningún informe médico; solo contamos con el escrito plasmado por el juez de Familia de Río Gallegos, Antonio Andrade".
Por tal motivo evaluó que "una vez que el paciente arribe a esta ciudad se verá la posibilidad de derivarlo a alguna institución cerrada, siempre teniendo en cuenta las consideraciones que tenga en cuenta la gente del área de Salud Mental".
En ese punto, precisó que "cuando él (Franklin) esté en Caleta Olivia, recién vamos a ser autoridad de aplicación y vamos a tener la potestad de decidir a dónde va a ir el paciente", ya que no posee familia ni amigos en esta ciudad.
"Todos estamos corriendo contra el reloj para buscar herramientas y que no permanezca dentro del nosocomio, considerando también los sentimiento y exposición del personal de salud. Además, nos sentimos responsables de tratar de proteger a la comunidad de Caleta", expresó.
También consideró que "es muy importante recepcionar el informe médico en el que las autoridades de Salud Mental de la provincia consideran que está en condiciones de tener el alta institucional, el cual ya fue solicitado en reiteradas oportunidades por nuestros profesionales del área".
"Hace mucho tiempo hicimos la presentación para la construcción de una casa de medio camino o un hogar transitorio, con el objetivo de que pacientes psiquiátricos -siempre y cuando estén en condiciones- puedan estar en algún lugar de esos con las medidas y resguardos que ameriten", señaló.
MOVILIZACION
Tras ello un nutrido grupo de médicos, enfermeros, asistentes sociales y otros trabajadores de la salud, marcharon por las calles céntricas con carteles con las frases "Nunca más otra Celia Vicari" y "Celia Vicari Presente".
En primer lugar se dirigieron al edificio del Concejo Deliberante, donde el 7 de abril de 2013 la trabajadora social fue asesinada de varias puñaladas por "Frankie".
Allí realizaron un minuto de silencio en su homenaje y luego marcharon hasta el Juzgado de Instrucción Nº1, donde fueron recibidos por el juez Mario Albarrán, quien les recomendó que se dirigieran hasta el Juzgado de Familia, (situado a pocas cuadras) para hablar con su titular, Marita Alvarez.
En la entrevista, la juez les hizo saber que hasta que llegue el expediente desde Río Gallegos no pueden realizar ninguna intervención.
Cabe mencionar que durante la marcha, algunas de las personas que trabajaban junto a Celia manifestaron entre sollozos que "lo siento mucho por él (Franklin), pero no lo queremos en Caleta Olivia". Otra de las preguntas que no tuvo respuesta fue "va a venir con la misma patología, ¿y quién lo va a controlar?".
Finalmente expresaron que "estamos conscientes de que la ley establece que debe integrarse a la sociedad, pero acá perdimos más que a una gran amiga; perdimos a una parte de la institución y a una trabajadora dedicada. No lo pueden traer para que ande suelto en la ciudad porque ¿quién nos garantiza que no vuelva a pasar lo mismo?".