República Checa: entrada a Europa del Este

En 2013 viajamos con un amigo a Praga, quizás la ciudad más pintoresca de Europa. Nos alojamos en el Prague Square Hostel ubicado en el centro histórico. Fue como viajar en el tiempo tres siglos atrás, con sus calles de adoquines, tranvías y construcciones góticas.

Miguel Vasquez, Lic en Computación, nació en Comodoro y vive en Córdoba

Se destaca el Castillo de Praga del siglo IX que ocupa unas 5 manzanas y es la mayor fortaleza medieval del mundo. Otra atracción es el Orloj, un reloj astronómico del siglo XV que es el más antiguo de Europa; cada hora al estilo "cu-cu" sale un personaje diferente. Recorrimos el Parque Petrin que toma su nombre del monte donde se sitúa. Ahí subimos a la torre Petrinska Rozhledna (60m), donde se ven unas impresionantes panorámicas de la ciudad.
También pasamos por el famoso puente Carlos del siglo XV, el cual atraviesa el río Moldava y mide más de 500m. Un atractivo simpático es la vía Kozeluzska, la calle más angosta del mundo 77cm; tiene un semáforo en cada extremo para que transite una sola persona. Además hay construcciones modernas, la más destacada es la Casa Danzante, un edificio retorcido y deformado sin diseño lineal. Es una ciudad muy romántica, nos cansamos de ver casamientos y sesiones de fotos en varios lugares.
A lo largo de la historia el país estuvo sometido por nazis y rusos, entre otros; casi no fue afectado por la Segunda Guerra Mundial por orden expresa de Hitler. La población en general es fría, atea, escéptica y con humor negro. Las mujeres son bellísimas, de tez blanca y ojos azules un poco rasgados; una mezcla entre europeas y rusas. Los checos son los mayores consumidores de cerveza del mundo, unos 130 litros al año per cápita, la más conocida es la de tipo Pilsen. A nivel gastronómico, probamos un plato típico que incluía pato asado.
Para salir del circuito tradicional, viajamos unos 80 km en tren hacia Kutna Hora. La gente del lugar no hablaba inglés y para poder llegar nos comunicamos con señas. Acá vimos lo más exótico del viaje a Europa: el Osario Sedlec. Se trata de una capilla católica situada en un cementerio y decorada por unos 50.000 esqueletos humanos; que provienen principalmente de la peste negra y algunas guerras que azotaron Europa en la época medieval. Es increíble el arte que se pudo lograr utilizando todos esos huesos.
En resumen es un lugar relativamente barato para visitar, glamoroso e ideal para luna de miel. La mejor forma de recorrerla es caminando ya que las distancias no son tan grandes y uno se va maravillando con cada rincón que ofrece la ciudad.

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