Un chico de 7 años tuvo una lúcida y rápida reacción que le salvó la vida en medio de una situación crítica que podría paralizar a cualquiera: se despertó en medio de un incendio en su casa del barrio Moure y rompió una ventana para escapar de las llamas que consumían la casa donde vive con su familia, aunque en ese momento estaba solo.
El siniestro ocurrió durante la mañana del jueves en una vivienda del barrio Moure, que el nene comparte con Marina Silva, su mamá, la abuela y su pareja. La construcción de chapa y material quedó completamente destruida por el fuego.
Según el relato de la mujer, el origen del incendio habría sido un cargador de celular que había quedado enchufado cerca de la cama de su pareja, quien no se encontraba en la casa al momento del siniestro.
"Mi hijo se despertó por el olor a quemado y vio que se estaba incendiando la cama de mi padrastro. Por suerte pudo escapar rompiendo una ventana", contó la mujer sobre la valiente reacción del menor.
El niño había quedado solo en la vivienda por un breve período mientras sus abuelos se dirigían al hospital para acompañar al padrastro, quien está en silla de ruedas y tiene las piernas amputadas por diabetes.
La madre, en tanto, regresaba del trabajo cuando una vecina le envió un mensaje alertándola sobre lo que estaba sucediendo.
Desesperada, Marina reaccionó de inmediato: frenó una camioneta en la calle y le pidió al conductor que la acercara hasta su domicilio. "Cuando llegué, mi hijo ya estaba a salvo en la casa de una vecina", relató.
Según explicó, se habían organizado para que el chico estuviera solo por no más de 15 minutos, en el tiempo que transcurriría entre la salida de sus abuelos y la llegada de su mamá.
Marina, la mamá del nene que se las arregló solo en medio de un incendio, pide ayuda para volver a empezar de cero. "Gracias a Dios, no hubo que lamentar pérdidas humanas, pero perdimos absolutamente todo", explicó tras constatar los daños. La estructura de la vivienda no resistió las llamas y no quedó nada en pie.
La situación se vuelve especialmente compleja para esta familia que ya enfrentaba dificultades económicas. Marina es madre soltera y el principal sostén del hogar, mientras convive con su madre, quien tiene diagnóstico de esquizofrenia, y su padrastro, ambos medicados y pensionados.
La pérdida de la casa no solo representa un golpe material sino también emocional: ahora están todos separados, alojados en diferentes lugares sin un domicilio fijo donde reunirse.
"Yo estoy con una amiga y mis padres están en un albergue. Necesitamos volver a estar juntos, bajo un mismo techo", afirmó Marina sobre la urgencia de encontrar una solución habitacional.
La solidaridad de los vecinos de Comodoro le permitió reunir 700 mil pesos que destinará al pago de un alquiler. Sin embargo, la búsqueda se complica porque muchos propietarios exigen meses de depósito que no puede cubrir.
Además del techo, la familia necesita recuperar lo básico para recomenzar: "Necesitamos heladera, cocina, colchones, camas, ropa y calzado. Queremos armar un hogar, no importa si es precario, pero tiene que ser nuestro".
La presión aumenta porque "mi hijo empieza las clases el lunes y no puede seguir viviendo esta incertidumbre", explicó la madre, quien busca brindar estabilidad al menor tras el traumático episodio.
Marina ya recibió algunas donaciones, como una cama de dos plazas, pero necesita un lugar propio donde poder retirar y ubicar esos elementos. "Lo que más deseo es brindarles seguridad a mi hijo y a mis padres. Ellos están lejos de su casa, de su rutina, y esta situación les afecta muchísimo", concluyó.
A la espera de algún tipo de asistencia desde el municipio o el Estado provincial, Marina continúa apelando a la solidaridad de la gente para volver a empezar de cero. Quienes puedan acercar alguna donación deben comunicarse al 297 472-7345.