Un noviazgo incipiente, una camioneta abandonada y dos teorías

Hoy se cumplen 15 días de la desaparición de Pedro Kreder y Juana Morales, quienes desaparecieron cuando iban a Camarones.

El lunes 13 de octubre a la noche, una de las hijas de Juana Inés Morales (69) denunció la desaparición de su madre en la División Búsqueda de Personas de la Policía de la Provincia. Antes publicó una foto de Pedro Alberto Kreder (79) en redes sociales preguntando si alguien podía darle mayores precisiones sobre su identidad. Hasta entonces solo lo conocía como “Beto” y sí sabía de que mantenía una incipiente relación con su madre, quien le había dicho que ese fin de semana se iría con él a Camarones.

El martes 14 de octubre personal policial dio aviso al fiscal de turno, Cristian Olazábal, y desde ese momento se activó la Instrucción 007/12 de la Procuración General que establece el protocolo de búsqueda de personas.

El miércoles 15 la División de Investigaciones constató que Kreder no estaba en su domicilio y confirmó que se había ido de viaje con Juana en su Toyota.

Mediante cámaras de seguridad de una casa vecina, se logró saber que Juana llegó a la casa de Pedro el jueves 9 a las 20 en su EcoSport; bajó una reposera y una conservadora.

El análisis de antenas de telefonía celular establece que la última antena en captarlos fue la de Caleta Córdoba el sábado 21. Se analizaron las cámaras de seguridad de ese barrio, constatándose que pasó la camioneta de Pedro por allí el sábado 11 a las 10 de la mañana, en sentido sur a norte. Este dato corroboró una versión posible: Juana iba a pasar el fin de semana a Camarones. Fue entonces cuando se inició la búsqueda por la Ruta Provincial Nº 1 y empezó a surgir una duda: ¿Por qué no tomaron directamente la Ruta 3?

LA BUSQUEDA

Establecido el lugar hacia dónde se dirigían, se realizó un rastrilló la zona con la división canes, sin resultados. De la búsqueda participaron personal Defensa Civil, Bomberos Voluntarios y aspirantes a agentes de policía.

El viernes 17 de octubre –seis días después de la desaparición-, la funcionaria de Fiscalía, Fabiola López, participó de los sobrevuelos realizados con aviones del aeroclub. En el campo de una estancia, a 45 km de Caleta Córdoba, más precisamente en un zanjón, se visualizó algo que parecía una camioneta. Un equipo de búsqueda con vehículos 4 x 4, llegaron al lugar y constataron que se trataba de la camioneta de Pedro, sin ocupantes y cerrada.

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La Fiscalía dio intervención a la Unidad Especial de Criminalística y, con autorización judicial, se procedió a romper un cristal para abrirla y que los equipos especializados realizaran el levantamiento de muestras relevantes para la investigación.

A partir del hallazgo de la camioneta se activó una nueva búsqueda, localizada, con los canes de rastreo y se activó el protocolo federal de búsqueda SIFEBU. El viento fue una variable que dificultó el trabajo de los canes, pudiendo realizarse una búsqueda por venteo. Los canes se dispersaban de un lado a otro, por el efecto generado por el viento.

Se realizó un rastrillar por cuadrículas, recorriendo estancias, puestos cercanos y toda construcción existente en cada sector, con resultados negativos.

El martes 21, el fiscal jefe participó del sobrevuelo en el helicóptero de Prefectura. Se mapearon grietas y cañadones con resultados negativos.

La camioneta de Pedro quedó secuestrada como parte de la investigación. Una vez finalizadas las medidas de prueba sobre el rodado, se autorizó a la familia a retirarla del lugar. Para ello se llevó a un cerrajero al campo, generó una nueva llave y con ella se la encendió y trasladó a una comisaría donde permanecerá en resguardo mientras lo requiera la investigación.

EL MISTERIO Y LAS TEORIAS

Alberto Pedro Kreder y Juana Inés Morales son dos jubilados oriundos de la ciudad de Comodoro Rivadavia que recién se estaban conociendo. Habían planificado una escapada romántica hacia un lugar al que nunca llegaron. Los rastrillajes se focalizan principalmente en el área de Cañadón Visser y Rocas Coloradas, un terreno complejo y de difícil acceso ubicado a 45 kilómetros de Caleta Córdova, último lugar en el que fueron vistos.

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El ministro de Seguridad y Justicia de Chubut, Héctor Iturroiz, dio a conocer públicamente que actualmente la causa se investiga con la hipótesis de una posible situación de violencia de la que hubieran sido víctimas Pedro y Juana, como un robo, o una "desaparición accidental", como la caída en un sumidero o que se hayan perdido en la zona al querer buscar ayuda.

Para optimizar la búsqueda, se desplegó un dispositivo que involucra a más de cien personas, entre efectivos policiales, bomberos y personal civil, entre otros, y se utilizan drones, perros entrenados, camionetas 4x4 especiales para recorrer el terreno y colaboradores voluntarios que viven en los alrededores y conocen el terreno.

En medio de la investigación, se analizan las pistas obtenidas por denuncias anónimas sobre presuntos delincuentes mientras que se descartaron las huellas encontradas en senderos dentro del terreno rastrillado.

UN “FLECHAZO” INESPERADO

La historia entre Juana y Pedro en Chubut

Fue un flechazo inesperado. Así lo definen allegados a la pareja. Juana y Pedro se conocieron hace dos meses en una peña en Comodoro Rivadavia que los llevó a compartir desde planes a proyectos a futuro. "Ella estaba muy enamorada, hacía mucho que no la veía tan contenta”, contó su amiga Lucrecia Galgano al medio ADN Sur.

Juana tiene 69 años, es docente y está jubilada. Desde 2023 había comenzado a dar clases particulares en el barrio Juan XXIII de la ciudad chubutense junto a una amiga. Pedro, de 79, llegó desde Carhué a Comodoro Rivadavia hace casi 50 años y se había dedicado desde hace tiempo al rubro inmobiliario. Ambos eran viudos.

Entre esos planes estaba la escapada romántica a Camarones, para la fiesta por el 125 aniversario de la ciudad. La celebración se realizó en el camping municipal, con diferentes shows musicales y un asado popular, pero se atrasó por razones climáticas.

Juana le había avisado a Aldana, su hija menor, que saldría el sábado y volvería el lunes 13 de octubre, pero como nunca apareció, la joven presentó la denuncia y comenzó a buscarla.

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Como el vínculo entre los jubilados era "incipiente", sus familias no se conocían (Pedro también tiene dos hijas). Cuando desaparecieron, las hijas de Juana solo sabían que se había ido con un tal "Beto" e hicieron una publicación en la red Facebook para intentar ubicarlo.

Según explicó Lucrecia, la mujer "no era aventurera" tenía dudas de realizar un viaje largo junto a Pedro porque "le daba miedo hacer viajes largos en auto por la ruta", pero sí había decidido ir a Camarones durante el fin de semana. Otro de los planes era visitar Carhué (en el suroeste de la Provincia de Buenos Aires) para el cumpleaños de número 80 de su novio.

La Toyota se hallaba en buen estado, pero no había señales de la pareja en el interior ni en los alrededores. Al revisarla, encontraron objetos de camping como una carpa, una garrafa, comida y bidones de agua y casi todos los objetos personales de ambos, a excepción de sus celulares, lo que pone en duda la teoría del robo.

Por este motivo, se pensó que habían salido de la camioneta con sus teléfonos para buscar señal y pedir ayuda, contexto en el que se habrían perdido por no conocer el terreno. Sin embargo, las hijas de Pedro definieron a su padre como un hombre "cuidadoso" y se mostraron sorprendidas por el lugar del hallazgo. “No habría arriesgado su vida ni la de Juana manejando por un lugar tan peligroso”, dijeron. Además, era muy celoso de su vehículo.

Este dato va en relación con el trayecto del vehículo. Para dirigirse a Camarones el camino lógico era tomar la Ruta Nacional 3 y luego la ruta provincial 30, más directas y seguras. En lugar de ello, habrían ido por la ruta provincial 1, más complicada porque recorre de norte a sur la costa y no está completa, ya que se corta en el tramo Puerto Visser-Rocas Coloradas (cerca del Pico Salamanca).

El lugar tiene mucha complejidad porque presenta socavones, grandes cañadones, ríos secos, sumideros y varios senderos por los cuales podrían haberse internado. En uno de ellos, ubicado a 13 kilómetros de la zona donde se encontró la camioneta, se detectaron huellas, pero finalmente se descartaron porque se comprobó que pertenecían a un grupo de runners que suele frecuentar ese camino.

Mientras se cumplen 15 días de la desaparición, casi sin novedades, la posibilidad de hallar a Pedro y Juana con vida parece diluirse. “No creo que estén con vida. La zona es hostil, cansadora, muy difícil para la supervivencia, salvo que cuentes con ayuda de terceros”, sostuvo el fiscal jefe de Comodoro Rivadavia.

"Si te lo tengo que responder desde la esperanza, ojalá que sí. Si lo tengo que responder desde el sentido común, diría que no”, agregó el funcionario judicial cuando se le preguntó si creía que ambos jubilados aún están con vida.

En sintonía con esas declaraciones, el ministro de Seguridad y Justicia de Chubut se refirió a las hipótesis que manejan las autoridades, que van desde "presuntos homicidios" hasta la "desaparición accidental", incluyendo la idea de que cayeran en un sumidero.

"Aparentemente sería un robo armado; un delito que salió mal y terminó en homicidio", expresó Iturrioz este jueves. El planteo surge de una llamada anónima realizada al número 134, donde una persona aseguró que Kreder y Morales habrían sido víctimas de un asalto, al mismo tiempo que el denunciante sostuvo haber sufrido una situación similar en esa zona. Sin embargo esa hipótesis luego quedó descartada.

Por otro lado, el funcionario resaltó que “una unidad investiga una posible desaparición accidental”. Mientras que todavía no hay pistas que reafirmen esta hipótesis, la teoría del robo tampoco está clara debido a que el mismo ministro señaló que la camioneta se procesó en el lugar "sin que nadie la toque y no había ningún signo de evidencia violenta".

“Cuando pasa el tiempo, la hipótesis de la pérdida accidental puede mutar hacia un posible homicidio, pero hasta ahora no hay evidencia que indique intervención de terceros”, agregó. De esta manera, precisó: "Se trató de buscar manchas hemáticas o algo que nos ilustra sobre la posibilidad de algo violento y no lo hubo”.

Finalmente, entre las últimas actualizaciones del caso, el fiscal Olazábal reportó que en los procedimientos realizados en las grietas más grandes "no se encontró nada", por lo que se redirigirá el operativo a otra zona: “No puedo asegurar si estuvieron o no allí, la investigación seguirá profundizándose para aclararlo".

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