El mismo día del brutal ataque ese mismo joven ya había sido demorado y liberado después por falta de pruebas. En las pocas horas que estuvo libre, fue a un almacén a comprar vino y quedó registrado en las cámaras de seguridad.
Alvarado llevaba puesta la misma campera de nailon, de color azul, que tenía puesta el día que habría atacado a la mujer y a su hijo. Afuera del negocio lo esperaba su perro. El animal, que según la declaración de la víctima ladraba durante el ataque, siguió a su dueño después del crimen y se convirtió así en otro indicio determinante para su detención.
Este domingo, la mujer atacada identificó a Alvarado en rueda de reconocimiento y el juez de la causa, Oldemar Villa, volvió a dejarlo preso. En tanto, el otro sospechoso es un adolescente de 16 años que en las últimas horas se despegó del hecho y aseguró que fue Alvarado quien lo obligó a participar del ataque a la turista salteña y a su hijo de cuatro años.
En las últimas horas del domingo se suspendió la última rueda de reconocimiento y según confirmaron fuentes judiciales habrá nuevos allanamientos y van a buscar el celular de la víctima en el agua.