El líder de Megadeth visitó al comodorense apuñalado durante el recital en Neuquén

Víctor Fabián Vargas viajó a Neuquén para asistir al recital que Megadeth ofreció en el estadio Ruca Che y a 10 minutos de haber comenzado el show fue apuñalado por un punguista que le robó la billetera. Con ocho cortes en su cuerpo llegó hasta la puerta y terminó internado. Dave Mustaine y toda la banda lo fueron a visitar al hospital, lamentaron el episodio y lo invitaron, con pasaje incluido, a los recitales del 23 y 24 de este mes en Buenos Aires. "Por suerte la puedo contar", le manifestó a El Patagónico.
Con 42 años, lo más cerca que Víctor Vargas había estado de Megadeth era cuando los veía en DVD y su sueño siempre fue poder participar de un recital de la banda estadounidense. Cuando se enteró que tocaría en Neuquén compró el paquete que ofrecía una productora de Comodoro Rivadavia y su ticket fue para el espectáculo del jueves último en el estadio Ruca Che.
Allá se encontró con dos amigos con los que fue a ver a la banda y ni bien los músicos salieron al escenario, él se fue bien adelante para grabarlos con su teléfono celular. Sonaba el primero de los temas cuando vio pasar agachado cerca de él a un individuo con gorra. Al instante advirtió que le faltaba la billetera y comenzó a buscarla en el piso. Tenía 3.800 pesos y los documentos. Creyó que se le había caído en medio del alboroto del inicio del show.
A su lado se paró un hombre y le preguntó, de mala manera, qué había perdido y él le respondió que se le cayó su billetera. El desconocido insistió con la pregunta con tono aún más desafiante y de inmediato le exigió que le entregara el celular. "'Devolveme el celular', me decía el loco y sacó un cuchillo. Se me vino encima. Alcancé a guardar el teléfono y puse el brazo para atajar el cuchillazo, pero igual me cortó, entonces traté de alejarme como podía y el tipo por detrás me daba más puntazos", narró Víctor en diálogo telefónico con este diario.
Recibió siete heridas cortantes en la espalda y una en el antebrazo izquierdo. Logró llegar hasta la puerta y le pidió ayuda a un policía. Su espalda estaba empapada en sangre. De inmediato lo sacaron del lugar y lo subieron a una ambulancia para trasladarlo a un hospital y brindarle la correspondiente asistencia médica.
Cuando lo estabilizaron, a Víctor lo trasladaron a otro hospital y allí quedó internado luego de pasar por el quirófano. En el brazo le hicieron siete puntos y por fortuna las puñaladas que recibió en la espalda no llegaron a lesionar órganos vitales.
"Por suerte el Barba no me quiso llevar y ahora la puedo contar. No la puedo creer todavía, y encima todo lo que vino después. Igual, le tengo que agradecer a los policías y la gente del hospital que me atendieron re bien", sostuvo.

INSUPERABLE
La anécdota que pasará a contar de ahora en más cada vez que se junte con sus heavys amigos será insuperable y si no fuera por todos los registros fotográficos y fílmicos que se tomaron, hoy Víctor podría creer que fue sólo un sueño. Pero no.
El viernes, cuando ya estaba un poco más recuperado, escuchó un gran alboroto en los pasillos del hospital y no pudo creerlo cuando vio entrar a la sala al propio Dave Mustaine, líder de la banda, con el resto de los músicos y un traductor.
"Se armó un lindo revuelo en el hospital. 'Lo siento mucho'... sorry, sorry, me decía y un flaco que estaba con ellos me traducía. Son unos genios. Estaban muy preocupados y me invitaron al Luna Park con entrada y pasaje pago. Todo bien. Imaginate, yo me conformaba con estar en un recital. Jamás me lo hubiera imaginado, y los tipos me fueron a ver a la sala", describió en la comunicación telefónica con El Patagónico, todavía shockeado por la emoción.
A todo esto su billetera apareció cuando terminó el recital del jueves. Lo único que le faltaba era el dinero. Toda su documentación estaba intacta. Ese día aparecieron otras catorce billeteras robadas, mientras que en el show del viernes los organizadores encontraron diez billeteras más.
Víctor recuperó ayer el alta, pero todavía se tendrá que quedar en Neuquén uno días para que los médicos vean su evolución y recién después podrá regresar a Comodoro Rivadavia.
El joven también le agradeció a la productora que organizó el viaje porque a raíz de su internación perdió el vuelo de regreso y ellos se encargaron de arreglar todo hasta que esté de vuelta en esta ciudad. Acá lo espera su hija de seis años y el resto de su familia, además de los compañeros de trabajo de la fábrica Comando, donde trabaja desde hace 21 años.

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