Asaltaron a una familia en Kilómetro 3 y al dueño de casa le gatillaron en la cabeza

Una familia que reside en el barrio Ameghino Nuevo resultó víctima de un violento robo el lunes a la tarde. Dos delincuentes ingresaron a la vivienda en la que se encontraban una mujer y su hija de ocho años. Las amenazaron con una pistola y las encerraron en el baño. Se llevaron joyas, ropa, una guitarra y un teléfono celular. Justo cuando los delincuentes escapaban, llegaba el dueño de casa. Uno de los asaltantes fue hasta su auto y le apuntó en la cabeza exigiéndole sus pertenencias. Incluso le gatilló. La bala no salió y los ladrones escaparon.
Un violento robo en Kilómetro 3 tuvo como víctima a una familia del barrio Ameghino Nuevo. Ocurrió el lunes a las 18:40 cuando dos delincuentes ingresaron a una vivienda de Ramos Ruiz al 800 con un arma de fuego.
Según comentó a El Patagónico el dueño de casa, el periodista Juan Carlos Astudillo, el lunes a la tarde su esposa y su hija de 8 años habían quedado esperando visitas en la vivienda familiar.
Entonces, frente al llamado repentino a la puerta, la esposa de Astudillo atendió sin observar antes quiénes eran. Inmediatamente ingresaron dos delincuentes con sus rostros tapados y uno de ellos portando lo que podría ser una pistola calibre 22.
Con el arma amenazaron a la mujer y le taparon la boca. Los delincuentes exigían dinero, y le pedían que colaborara. El que estaba armado se mostraba muy alterado.
Los delincuentes encerraron a madre e hija en el baño mientras en mochilas y bolsos cargaron todo lo que pudieron. "Nos las golpearon, le taparon la boca, pero no las golpearon", comentó Astudillo.
Se llevaron una guitarra criolla, perfumes, joyas y vestimentas varias, además de un set de peluquería, una tablet y un teléfono celular.
Cuando los delincuentes salían con el botín, la mujer le pidió por favor que le dejaran el carnet de obra social porque se tenía que someter a una intervención quirúrgica. Y el delincuente que acompañaba al que estaba armado, fue el que accedió al pedido de la víctima. Le dijo que sacara lo que necesitaba del compartimento de la cartera. Ese ladrón se mostraba más accesible que el otro que parecía estar bajo los efectos de alguna sustancia.
En el momento en que los delincuentes se disponían a escapar, justo llegaba Astudillo a su vivienda. Cuando estacionó frente a su casa le llamó la atención la presencia de otro vehículo, pero pensó que se trataba del automóvil de algún vecino.
Mientras Astudillo todavía se encontraba en el interior de su vehículo, el delincuente que estaba armado se dirigió hasta donde estaba el periodista y le exigió que entregara sus pertenencias.
En plena vereda comenzó a apuntarle a Astudillo y a exigirle que le diera su billetera. Con total impunidad el delincuente le pedía que bajara el vidrio. El periodista no podía bajar el vidrio eléctrico ya que el automóvil no tenía la llave puesta en el contacto.
"Dame todo, dame todo", le repetía el ladrón. "Cuando voy a salir, me levanto, agarra y me apunta en la cabeza y dispara. Y no le revienta la bala. Saca la bala, recarga, le pego con la puerta y se va", narró la víctima a este diario. "Estoy viviendo de nuevo", reflexionó.
Los delincuentes de aspecto joven, escaparon en un vehículo, cuyas características este diario no difundirá para no entorpecer la investigación que lleva adelante la policía. En ese automóvil los esperaba un cómplice que oficiaba de chofer.
En el caso tomó intervención la Policía Científica, la Comisaría Mosconi y la Brigada de Investigaciones.

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