"Carta abierta para mi viejo"

María Agustina Cabezas, hija de José Luis, el reportero gráfico asesinado el 25 de enero de 1997 en Pinamar tras retratar al empresario Alfredo Yabrán le escribió una carta a veinte años del crimen. El compañero de cobertura de Cabezas, Gabriel Michi, presentó el libro: "Cabezas-Un periodista-Un crimen-Un país" a días incluso de que el ex policía Gustavo Prellezo accediese a la libertad condicional. "Ninguno de los asesinos cumplió la pena que le impusieron y todos están libres" resaltó Gladys, la hermana de José Luis.
"No es fácil decirte estas palabras porque 20 años son casi toda mi vida, casi toda la vida de mis hermanos. Y cuando te mataron, yo apenas tenía 6... Como sabrás, en muchos momentos, sobre todo los primeros tiempos, te necesité demasiado, permanentemente. Ante cualquier tarea del colegio, para mi cumple de 15, en los Días del Padre... Porque sí, ya sé que son días comerciales, pero cuando mis compañeros planeaban qué regalarles a sus papás, yo no planeaba, yo sabía que no podría regalarte nada, ni un abrazo", señaló la hija de Cabezas en su carta abierta que fue publicada por la revista La Garganta Poderosa.
Más adelante, recordó: "Y no, tampoco puedo evitar pensar tu ausencia omnipresente en mi futuro, cuando tenga hijos y no puedan conocer a su abuelo. Se hace difícil, viejo. Aquella noche, yo estaba de vacaciones con vos, en Pinamar, junto a mis hermanos Juan y Candela, recién nacida. ¿Te acordás? Mamá pasó a buscarnos de inmediato para volver a Capital. Y al día siguiente supimos que habías muerto. Que habías muerto, "en un accidente de autos". Seguí creyendo eso durante algún tiempo hasta que tocaron el timbre de casa. Era un periodista, un tipo que necesitaba hacer preguntas, pero mamá lo sacaba a los gritos, intentando resguardarnos. No quedó otra. Tuvo que contarme la verdad y, desde entonces, no sólo empecé a ver tu rostro en todos lados, sino también el miedo, ese miedo que acompañó mi crecimiento, por si venían a buscarnos 'por lo que había hecho papá'", expresó la hija de José Luis.
Y reflexionó: "Con el paso de los años, esa sensación fue disminuyendo, mientras te seguía conociendo porque estas dos décadas me sirvieron además para escuchar y comprender qué cabeza dura eras, qué aventurero, qué chistoso, qué apasionado de la fotografía. Sin dudas, impulsado por ese amor, nos retrataste mil veces a mis hermanos y a mí. Tanto, pero tanto, pero tanto, que pude tapar los agujeros de los recuerdos que no tuve, con las fotos que sí tengo. Rearmé mi vida con el rollo de la tuya. Y tal vez por eso hace unos años empecé a estudiar fotografía.
Esa pasión, como esos álbumes, por supuesto la heredé de vos y me hace sentir orgullosa cada vez que agarro una cámara tratando de hacer una imagen 'copada', aunque después no me salga como las tuyas. Es necesario recordarte, para mí y para todos. Es necesario que nadie olvide jamás lo que te pasó. Y aunque me dé impotencia que ninguno de los responsables esté preso, quiero que sepas que tengo una mirada distinta a la mayoría sobre la cárcel. Pues tal como existe, entiendo, no sirve para nada".
Sobre las líneas finales de su carta sostuvo: "En definitiva, nadie me podrá devolver a mi papá. Me quedo con la libertad para recordarte como te recuerda este grito con toda La Garganta para que una y mil veces más el mundo haga memoria: "¡No se olviden de Cabezas!" escribió Agustina para el 25 de enero, el día en el que se cumplieron 20 años del crímen de su papá, y fecha en la que se conmemora a todos los reporteros gráficos del país.

EL CRIMEN
El homicidio de José Luis Cabezas fue cometido el 25 de enero de 1997 tras una fiesta de cumpleaños en la casa del empresario postal Oscar Andreani, en Pinamar.
Para la Justicia, la víctima fue capturada en un operativo clandestino supervisado por los policías Aníbal Luna y Sergio Camaratta, y luego llevada hasta una cava de un camino rural de General Madariaga, donde Gustavo Prellezo lo asesinó de dos disparos en la cabeza e incendió su cuerpo dentro del auto que utilizaba para la cobertura periodística de la temporada de verano.
Tras una compleja investigación criminal, el juez de Dolores que instruyó la causa, José Luis Macchi, determinó que el empresario fallecido Alfredo Yabrán fue el autor intelectual "mediato" del crimen de Cabezas y su jefe de custodia, el ex sargento del Ejército, Gregorio Ríos, el inmediato.

UN LIBRO
Su compañero de cobertura Gabriel Michi el pasado 8 de enero presentó su libro "Cabezas – Un periodista – Un crimen – Un país" editado por el Grupo Planeta.
Desarrolla una exhaustiva investigación sobre la causa judicial y el derrotero de las empresas del empresario Alfredo Yabrán. Hay documentos, como los memos de la DEA (la oficina de drogas de los Estados Unidos) donde figuran las vinculaciones de Yabrán y de su entorno con el narcotráfico.
"Lo esperamos en un balneario de Pinamar y mientras yo posaba junto a mi mujer de entonces para una foto, José Luis apuntaba en realidad con su cámara hacia Yabrán, quien caminaba junto a su esposa (María Cristina Pérez) por la playa. Con esa imagen se ilustró la tapa de un número que salió el 3 de marzo de ese año (1996)" recuerda sobre la toma que a Cabezas luego le costó la vida.
Las estructuras mafiosas que salieron a la luz con el asesinato de Cabezas; la estructura de protección que el poder político de entonces, bajo la presidencia de Carlos Menem, montó en torno a Yabrán, la "maldita policía" bonerense y sus vínculos con el delito son algunos de los puntos que recorre el extenso libro, de casi 500 páginas.
Un mes antes del crimen, Prellezo se reunió con Yabrán en Buenos Aires en las oficinas que el empresario tenía en Carlos Pellegrini al 1100 y en esa reunión Yabrán le dijo que quería "pasar un verano tranquilo, sin fotógrafos ni periodistas", según lo que el oficial declaró luego ante la Justicia.
Eduardo Duhalde, quien era por aquellos días gobernador de la provincia de Buenos Aires con aspiraciones de suceder a Carlos Menem en la presidencia, les comentó a sus allegados que el asesinato de Cabezas era un mensaje que le enviaban sus enemigos: "Me tiraron un muerto".
El 15 de mayo de 1998, el juez José Luis Macchi libró una orden de captura contra Yabrán. El empresario huyó y el 20 de ese mes se suicidó de un escopetazo en un campo de Entre Ríos.
"Aunque tuve dudas al principio, tengo la plena convicción de que Yabrán murió. Vi el expediente de la causa, fotos de su cuerpo. No hay margen para especular que esté con vida en otro lugar. Eso es imposible" remarcó Michi.
El fallo de los camaristas Fernando Sotelo y Susana Miriam Darling Yaltone se conoció a 17 días de cumplirse el vigésimo aniversario del crimen del reportero gráfico de la revista Noticias: Gustavo Prellezo salió en libertad condicional.
Al enterarse de esta resolución Gladys Cabezas, hermana de José Luis, dijo que están "muy lastimados" y "muy enojados" con la Justicia porque "ninguno de los asesinos cumplió la pena" que le impusieron y "todos están libres".

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