Se trata de cormoranes imperiales, petreles gigantes del sur y pingüinos de Magallanes. Fueron estudiados, con tecnología electrónica de última generación, por investigadores del CONICET y de la Fundación Rewilding Argentina. Se logró obtener una cantidad inédita de datos sobre sus desplazamientos, comportamiento y alimentación en el mar. Las primeras conclusiones apoyan la necesidad de lograr mayor protección en el mar argentino.