Desde un penal del Chaco era el cabecilla de una banda narco que operaba en la Patagonia

Raúl Alberto Quiroz, condenado en 2011 por robos a viviendas en Comodoro Rivadavia, fue sorprendido en diciembre de 2012 en Corrientes cuando junto a su pareja transportaba 34 kilos de marihuana. Ambos fueron condenados a fines de 2014 a cuatro años de prisión. En 2015 la denuncia de una madre preocupada porque vendían droga en inmediaciones de la escuela de Ciudadela llevó a la División Drogas Peligrosas a descubrir una banda que comercializaba estupefacientes. Según la investigación, el que organizaba la entrega y transporte de la droga era Quiroz, quien lo hacía desde el Penal 7 de Chaco con su teléfono celular. Su pareja, quien estaba en libertad, fue detenida cuando volvía a esta ciudad desde Buenos Aires con un cargamento de mil tizas de cocaína. La causa fue elevada a juicio.
Raúl "Rapa" Quiroz aguarda detenido en la Unidad Penitenciaría 7 de Chaco el inicio de un juicio que lo involucra en Comodoro Rivadavia por una causa de drogas en la que es uno de los cabecillas.
De acuerdo a la investigación de la Brigada de Drogas Peligrosas, Quiroz administraba y coordinaba la entrega de estupefacientes entre el proveedor de la droga en Buenos Aires y el transporte de la misma hacia Comodoro Rivadavia; todo desde el penal de Chaco y por medio de un teléfono celular que tenía en su celda.
El hombre de 35 años, que dijo ante la Justicia Federal que tiene como oficio pintor y chapista, nació en Chaco y se hizo conocido en Comodoro Rivadavia por sus andanzas en el mundo del hampa.
En 2011 la juez Raquel Tassello ratificó un juicio abreviado entre la fiscalía y la defensa que lo condenaba a cinco meses de reclusión junto a Diego Alejandro "Limón" Aquino, que recibió 3 meses de pena. A ambos se los condenó por sustraerle el equipo policial de su domicilio a un integrante de la Policía del Chubut en Kilómetro 17. Ocurrió el 26 de octubre de ese año. Quiroz en esa ocasión fue declarado reincidente.
Aquella vez el "Rapa" y "Limón" forzaron una puerta con una barreta y también rompieron una ventana de la cocina. Así sustrajeron un chaleco antibalas y un equipo de comunicación policial. Pero un vecino que también es policía los persiguió y logró detenerlo con la ayuda de más patrulleros.
En el acuerdo de juicio abreviado, Quiroz admitió su autoría en otros tres hechos que se le atribuyeron: un robo simple ocurrido el 31 de enero de 2011 cuando ingresó en una vivienda en Standart Sur, y otros dos robos simples en grado de tentativa, uno cometido el 11 de octubre de 2011 en Kilómetro 5 y el del robo del chaleco al policía.
"ME FUI PARA EL CHACO"
Cuando terminó de cumplir su pena, Quiroz se radicó junto a su pareja, Yanina Mansilla, en Barranqueras, Chaco. En esa provincia fueron detenidos el 9 de diciembre de 2012 a bordo del colectivo 21 de la empresa TICSA, que realizaba transporte de pasajeros Chaco-Corrientes. Transportaban 34 kilos de marihuana en dos bolsos.
Cuando la Gendarmería detuvo el micro en el puente General Belgrano a metros de la ruta Nacional 16, la mujer que viajaba parada se fue hacia Quiroz, dejando un bolso en el pasillo. Quiroz también abandonó su bolso y se fue con la mujer hacia la parte trasera del micro.
Adentro de uno de los bolsos había dos bolsas plásticas blancas, en forma rectangular compactas, que contenían paquetes envueltos en papel metalizado con fuerte olor "canábico". El otro bolso contenía similar cargamento.
En un primer momento, Quiroz y su pareja se hicieron los desentendidos. El declaró que los bolsos eran de un adolescente que viajaba en el colectivo al que le ayudaron a subirlos. El menor de edad se hizo cargo del cargamento y por eso la Defensa pidió que se declarara la nulidad del procedimiento y se absuelva a la pareja, pero en octubre de 2014 el Tribunal compuesto por los jueces Víctor Antonio Alonso, Lucrecia Rojas de Badaró y Fermín Amado Ceroleni se apoyó en las pruebas aportadas por la Fiscalía, en la que los testigos sostenían haber visto a la pareja subir con los bolsos al colectivo.
Cuando estaba a días de cumplir con la pena de transporte de estupefacientes en el penal del Chaco y con su pareja bajo "libertad caucionada", Quiroz fue descubierto en un nuevo "modus operandi".
Emulando a cualquier narco colombiano o mexicano, según desnudó la minuciosa investigación de la Brigada de Drogas, el "Rapa" coordinaba la entrega de la droga entre el proveedor y un "quiosquito" de Ciudadela, que vendía a metros de la escuela del barrio, a través de un teléfono celular. Cuando hablaba con sus contactos, dejaba entrever que estaba detenido.
"Ya va el chico", dijo a través de los teléfonos el preso de la Unidad 7. Para los investigadores se refería a algo más que a la llegada de su hijo: hablaba de la droga que iba en camino.
Los sabuesos siguieron de cerca los movimientos de Mansilla que estaba embarazada y que había ido a buscar el cargamento a Buenos Aires. A la mujer la interceptaron en un colectivo en Garayalde con mil tizas de cocaína en un bolso.
La droga, que representaba un valor neto en el mercado 200 mil pesos según la investigación, era distribuida en los distintos "quiosquitos". Uno estaba a metros de la Escuela 755 de Ciudadela. La causa se inició por la denuncia de una madre preocupada porque a su hijo le vendían droga a metros de la escuela.

LA DROGA EN PIÑATA
Mansilla llevaba consigo un bolso con mil tizas de cocaína, todas envueltas en cinta de embalar, papel film y un elemento particular que buscaba resguardar más aún el olor de la droga: piñatas de colores. El embalador de la droga no era ningún improvisado. La dura goma de la piñata buscaba pasar por alto el olfato de los perros de Gendarmería. Incluso para que la droga no se moviera en el bolso, los espacios vacíos se cubrieron con goma espuma.
La causa es la N° 4541/15 por infracción a la Ley 23.737. Se inició el 14 de abril de 2015 y culminó el 28 de julio de ese año con la detención de la banda.
En total la Brigada realizó diez allanamientos en Comodoro Rivadavia, en viviendas de los barrios José Fuchs, Kilómetro 17, Roca y en Kilómetro 3.
Además de las mil tizas, la policía secuestró cien dosis de LSD, marihuana fraccionada, 30 mil pesos, dos vehículos y detuvo a cuatro hombres y una mujer.
Mansilla dio a luz mientras se encontraba detenida y procesada por la causa. Actualmente la mujer se encuentra junto a su hijo en el Penal de Santa Rosa a la espera del juicio.
Con ella fueron detenidos Marcelo Rojas, Eric Vera, Pablo Leiva y Dagoberto Railil, todos procesados por el Juzgado Federal de Comodoro Rivadavia.
En febrero pasado la defensa de Quiroz solicitó al Tribunal Oral Federal de Corrientes la excarcelación en términos de libertad asistida ya que el 9 de setiembre del 2015 había cumplido con el plazo previsto en la norma citada en función de la reducción de nueve meses obtenido por la aplicación del beneficio de estímulo educativo. Por ello pedían que se le conceda el beneficio requerido.
Sin embargo desde la fiscalía de Corrientes se advirtió que el Juzgado Federal de Primera Instancia de Comodoro Rivadavia dispuso su detención en carácter de comunicado y por eso se solicitó que no se haga lugar a la libertad asistida.
Quiroz prestó declaración indagatoria y fue procesado por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización. La juez Eva Parcio confirmó a Letra Roja que elevó a juicio la causa que se inició con las tizas de drogas incautadas en Garayalde.

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