A 33 días del asesinato de Ariel Cardozo —el joven de 29 años atacado a balazos en la estación de servicio Rodrigo, en el centro de Comodoro Rivadavia— su pareja, Agustina Rosas, en diálogo con Radiovisión, pidió justicia y denunció que tanto ella como la familia del joven vienen recibiendo amenazas desde el día del crimen.
“Desde el primer día nos mandan mensajes falsos, perfiles truchos, diciéndonos que después no lloremos. Todo porque publicamos las fotos de los responsables. La policía no hace nada, los cubre”, afirmó la joven de 21 años.
Agustina y Ariel eran oriundos de Ciudad Evita (Buenos Aires) y llevaban ocho años juntos. Ella contó que Ariel viajaba regularmente a Comodoro para vender medias y otros productos en la calle, con el objetivo de “hacer una diferencia” económica. “Era una persona sana, no consumía drogas ni estaba metido en nada raro. Todo lo que dicen en redes sociales son mentiras”, aseguró.
Según relató, Ariel convivía con otros cinco vendedores en un departamento alquilado en la zona de avenida Constituyentes. “Compartían los gastos, trabajaban día y noche en la YPF para juntar plata y poder volver. No vivían en ningún barrio lujoso como se dice”, aclaró.
Consultada sobre los motivos del ataque, Rosas mencionó que un mes antes del crimen Ariel y sus compañeros habían tenido una pelea con cuidacoches (“trapitos”) que les intentaron robar. “Les quisieron sacar el bolso y apuñalar a uno de los chicos. Desde entonces había tensión”, recordó.
Sin embargo, hasta el momento el caso sigue sin esclarecerse. Agustina denunció que el celular de Ariel aún no fue peritado, pese al tiempo transcurrido: “Ya hace un mes y todavía no lo abrieron. No se están moviendo como deberían”.
La joven también apuntó contra el entorno de los presuntos agresores (están acusados tres hermanos de apellido Durán, uno de los cuales, Branco, está detenido), a quienes vinculó con el narcotráfico local. “Dicen que el padre de los sospechosos es un narco grande, que arregla con la policía, y por eso ellos están protegidos”, expresó.
Desde Buenos Aires, donde permanece por seguridad junto a su familia, Agustina cerró la entrevista con un pedido claro: “Queremos justicia por Ariel. Que no quede en la nada como tantos otros casos.”