El cómplice de Avila Maya también deberá pagar por el homicidio de Santiago Blanco

La sentencia condenatoria contra Lucas Avila Maya y Gustavo Jesús Martínez fue tratada por la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia, desde donde el viernes se resolvió declarar parcialmente procedente la impugnación extraordinaria de la Fiscalía de Comodoro Rivadavia; revocar la condena por robo agravado que recibiera Martínez y condenarlo como coautor del delito de homicidio en ocasión de robo.
En razón de ello, se reenvió la causa a la Oficina Judicial de Comodoro Rivadavia para la realización de un nuevo juicio de cesura. Allí se deberá discutir la nueva pena, la cual tiene un mínimo de diez años.
A todo esto, el alto cuerpo judicial de Chubut confirmó la absolución de Mariela Cristina Martínez y también absolvió a los otros dos coimputados por el delito de robo agravado por el resultado de lesiones graves que recibieron los padres de la víctima fatal.
En otro de los puntos se rechazó la impugnación extraordinaria de la Defensa Pública en beneficio de Lucas Emanuel Avila Maya y se confirmó la sentencia de la Cámara en lo Penal de Comodoro Rivadavia en cuanto readecuó la calificación legal del accionar de Lucas Emanuel Avila Maya y confirmó la pena de diecisiete años de prisión establecida en esa instancia.

EL CASO
El robo que tuvo como víctima a la familia Blanco y del que resultó asesinado Santiago, ocurrió el 5 de agosto de 2014 y según la Fiscalía, del mismo participaron Gustavo Martínez, su prima Mariela Martínez –que fue absuelta en el juicio- y Lucas Avila Maya, quienes previo al día del asaltos realizaron actos preparatorios para su concreción.
En el relato de la acusación con la que se llegó a juicio, se precisó que a las 19:20 de ese 5 de agosto los tres imputados estuvieron en las inmediaciones de Jauretche y Francisco Behr en una Volkswagen Caddy (dominio FWI 871) desde la que realizaron una minuciosa vigilancia de la casa de la familia Blanco, ubicada en La Prensa al 700.
En tanto que a las 21:20 los dos hombres aprovecharon que integrantes de la familia ingresaban a la propiedad dos vehículos, ingresaron por la parte trasera y esgrimiendo armas de fuego sorprendieron a la dueña de casa, Agustina Salazar, le apoyaron un arma de fuego en la cabeza y le pegaron patadas en el cuerpo. El otro se dirigió al living y redujo a Santiago Blanco (41), al tiempo que le preguntaban dónde está la chica y en qué lugar tenían el dinero.
Los gritos de la septuagenaria alertaron a su marido Angel Blanco que estaba en una habitación de la parte superior de la vivienda, quien tomó un arma de fuego calibre 32 y bajó. Al dar la voz de alto, Martínez y Avila Maya comenzaron a disparar. Lo hicieron en cinco oportunidades en dirección a las víctimas y Angel Blanco alcanzó a efectuar un disparo.
Los tiros de los imputados dieron en la mano derecha y en la pierna de Angel Blanco y su esposa Agustina Salazar fue herida en la pierna.
Ese tiroteo motivó la huída de los ladrones y lo hicieron rumbo al pasillo de la vivienda que da a la calle por lo que al ver que se retiraban, Santiago Blanco se puso de pie, se dirigió al ambiente contiguo para tomar el teléfono que estaba junto a la puerta de entrada y llamar al 101, lo cual fue advertido por los autores y casi desde la calle efectuaron disparos, uno de los cuales impactó en el abdomen de Santiago Blanco y otro hirió a Gustavo Martínez, quien fue dejando rastros de sangre hasta la camioneta en la que escaparon.