El medio maratón de Buenos Aires, un desafío no apto para improvisados

La competencia que convoca a aficionados y deportistas de todo el país, tuvo en el esquelense Joaquín Arbe como el mejor argentino en cruzar la meta. También hubo participación de comodorenses. Como en el deporte, al igual que el periodismo, hay mucho "vende humo", por ello El Patagónico dialogó con un profesional como es el referente del Team Treno sobre los aspectos a tener en cuenta para dicha prueba.

El deporte es salud, es para disfrutar a pleno –no solo para la foto de la red social- sumar calidad de vida y no terminar peor de lo que se empezó (en términos de lesiones).

A veces se logra ello, y otras no. Una cuestión de suerte juega su papel en el resultado final. Pero mucho más preponderante es entrenar de acuerdo al objetivo planteado. Y no simplemente pagar, ir y pasarla mal.

En el deporte (como en el periodismo) hay mucho “vende humo” que juega con las expectativas de aquellos que quieren superarse.

Los 21K de Buenos Aires, o también denominada media maratón, es un objetivo de muchos aficionados y deportistas que año a año se suman año a año.

En resultados, la prueba que tuvo lugar el último domingo –y que contó con 20.958 participantes- tuvo en el esquelense Joaquín Arbe al mejor desempeño nacional con 1h12m.

También hubo presencia de comodorenses, por ello El Patagónico dialogó con Mario Rodríguez –discípulo de Nazario Araujo, profesor de EF y Licenciado en Entrenamiento Deportivo del ISFD 810- sobre la participación de sus miembros y los aspectos a tener en cuenta para aquellos que ven en Buenos Aires un objetivo a largo plazo.

“Para la preparación de una persona que quiere correr 21K, hay que tener en cuenta diferentes puntos y diferentes aristas. Pero sobretodo tener en cuenta que al no ser corredores profesionales, hay que conjugar el entrenamiento, la vida laboral y personal de la persona”, sostiene Rodríguez.

NO SOLO SE TRATA DE CORRER

En cuanto a preparación, el profesor estima un trabajo previo de 8 a 12 semanas de entrenamiento. Siempre con el condicionamiento de que se trata de una persona que ya ha recorrido otras distancias como 5K y 10K. Se trata de un proceso progresivo y de constancia, que también involucra trabajos de fuerza.

“Una persona para correr 21K, debe tener un par de años de entrenamientos continua y en forma metódica. En el caso de los chicos de Treno, la preparación fue de 10 semanas, porque la media maratón es uno de los grandes objetivos del grupo. Y en particular, cada miembro intenta mejorar su resultado anterior. A veces se logra y otras no, en el caso de Treno fue muy bueno porque bajaron su marcas. Y lo más importante es que terminaron la media maratón sin ningún tipo de lesión muscular. Y ello es muy importante porque tiene que ver con el entrenamiento que consistió no sólo en correr en mayor volumen, sino hacerlo en trabajos de prevención de lesiones que se consolida con el trabajo en el gimnasio. Haciendo un total de cuatro a cinco estímulos por semana, dividido en correr y trabajos de fuerza”, concluyó.

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