Durante un programa en vivo, el periodista Eduardo Feinmann perdió los estribos cuando una trabajadora del Hospital Garrahan le preguntó cuánto gana. La discusión estalló luego del anuncio del aumento salarial del 60% dispuesto por el gobierno de Javier Milei para los médicos residentes. El episodio revela una vez más cómo el discurso libertario ataca a los trabajadores que reclaman por condiciones justas mientras protege a los voceros mediáticos del poder.
Eduardo Feinmann volvió a mostrar su peor versión. Esta vez, el escenario fue un programa de televisión donde, en medio de una discusión sobre el aumento salarial para los médicos del Hospital Garrahan, el periodista estalló de furia. “¿Están conformes? ¿Consiguieron el aumento para los médicos? ¿O quieren seguir volteando al gobierno?”, lanzó, en un tono entre desafiante y paranoico, acusando sin pruebas a los trabajadores de intentar desestabilizar a Javier Milei.
La respuesta llegó con una simple pregunta que lo descolocó por completo: “¿Cuánto gana usted, Feinmann?”. Bastó eso para que el conductor perdiera la compostura: “¡Qué carajos le importa!”, gritó fuera de sí. Fue entonces cuando una de las trabajadoras del Garrahan, visiblemente indignada, retrucó con ironía: “Estás muy sacadito, Eduardo. Deberías hacer terapia”. El intercambio se viralizó inmediatamente: un periodista al servicio del poder, furioso porque alguien le exigió la misma transparencia que él reclama a los demás.