Un hombre llegó al retén de Kilómetro 3, frente al Chalet Huergo, hoy a la mañana y cuando se le acercó un policía comenzó a toser y mirando al jefe del operativo le dijo que tenía que ir inmediatamente a una clínica privada de La Loma para ser asistido ya que así estaba hace dos días.
El comisario Martín Guajardo pidió asistencia médica e inició un operativo de emergencia establecido por protocolo ante la sospechas de un caso de COVID-19.
“Cuando lo paramos, me mira a los ojos y me dice ‘tengo que ir a la clínica porque hace dos días que no paro de toser’”, contaría después el comisario.
Al hombre lo asistieron los médicos del Hospital Regional, quienes “corroboraron que esta persona tenía anginas y quería utilizar ese pretexto para pasar a zona sur a hacer un trámite; luego reconoció frente a los policías que había fingido la tos y se lo escoltó hasta su domicilio”, comentó Guajardo.
Como estas situaciones abundan en estos días, desde hoy los cancerberos se muestran más inflexibles. En otra situación, un hombre intentó pasar a la zona céntrica para comprar una crema. Aunque exhibió el certificado médico no lo dejaron pasar porque consideraron que podía comprarla en zona norte. “Solo pasan por urgencias y por trabajo” le explicó una efectiva policial. El hombre intentaba también depositar un cheque en un cajero de autoservicio.
Otra situación fue la de un automovilista que dijo que iba a ayudar a su madre en el barrio Ceferino. La Policía antes de dejarlo pasar se comunicó con la mujer y esta les indicó que estaba descompuesta. Una vez que verificaron que se trataba de una ayuda por urgencia, lo dejaron pasar.
En horas de la madrugada, fueron 8 las detenciones producidas por infringir el decreto nacional de cuarentena.