Esta tecnología será esencial para el monitoreo en tiempo real de variables marinas y atmosféricas en el Golfo San Jorge y que permitirá –entre otras cosas- un seguimiento detallado de la calidad del agua, la presencia de hidrocarburos y la detección temprana de fenómenos climáticos extremos.
“Volver con este programa y con un centro de investigación para la toma de datos es fundamental porque este último tiempo hemos tenido cambios sustanciales en el comportamiento del mar y no tenemos informaciones ciertas y precisas para tomar las decisiones que corresponden”, señaló el intendente Othar Macharashvili tras el encuentro realizado este martes en la sede de la Agencia Comodoro Conocimiento.
El Observatorio Oceanográfico del Golfo San Jorge (OOGSJ) es un proyecto que promete revolucionar el monitoreo ambiental de la región, debido a que se propone establecer una infraestructura avanzada y sostenible para la observación continua del entorno marino y atmosférico en el Golfo San Jorge. Su desarrollo se lleva adelante en colaboración con la Red de Observación Marina Argentina (ROMA) y otras entidades como el Instituto de Investigaciones en Desarrollo Costero y Pesquero Sustentable (IIDEPyS) y la Administración de Puertos de Comodoro Rivadavia.
LA NECESIDAD DE CONTAR CON DATOS
La actividad contó con la presencia del intendente municipal, Othar Macharashvili; el presidente de la Agencia Comodoro Conocimiento Rubén Zárate; el gerente ejecutivo de la agencia, Domingo Squillace; el vicerrector de la UNPSJB, Walter Carrizo; la administradora del Puerto de Comodoro Rivadavia, Digna Hernando; los investigadores del CONICET y la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB), Carlos De Marziani, Sebastián Barros y Pablo Rosales; el referente del directorio en lo Científico-Tecnológico Tomás Isola; y los integrantes del Programa CID Mar Austral, Gustavo Méndez y Betania Viegas.
En el encuentro, el intendente ponderó la importancia de contar nuevamente con esta herramienta que dejó de utilizarse por cuestiones de fuerza mayor: la avería de una de las boyas.
“Volver con este programa y con un centro de investigación para la toma de datos es fundamental porque este último tiempo hemos tenido cambios sustanciales en el comportamiento del mar y no tenemos informaciones ciertas y precisas para tomar las decisiones que corresponden”, señaló Macharashvili.
Asimismo, el mandatario resaltó la importancia del “trabajo conjunto con la Universidad, el Puerto, el CONICET, el Ente Comodoro Conocimiento, pensando en una integralidad. Y en esto quiero destacar que todas las ciudades costeras debemos trabajar en un mismo sentido y con un mismo objetivo que, primeramente, pasa por contar con datos porque sin información no podemos generar ningún otro proceso. Por eso felicito al equipo y quiero decirles que vamos a poner todo de nuestra parte para que esto se concrete”.
SE RELANZARA LA BOYA
Por su parte el presidente del Ente, Rubén Zárate, indicó que “hemos encontrado en la vocación del CONICET, los institutos y la universidad una gran apertura para aportar desde sensores hasta la tarea técnica y científica que nos permita potenciar esto. Lo que hacemos hoy, luego de firmar una serie de convenios que nos permiten darle solidez a la propuesta, es presentar una hoja de ruta, con la que hay un hito principal: la maritinización de una boya de la que ya disponemos en la Agencia y se encuentra en proceso de complementar sensores, sistemas de comunicación y otros aspectos que hacen a logística”.
En tanto, el integrante del programa Cid Mar Austral del Ente Comodoro Conocimiento, Gustavo Méndez, detalló que “el observatorio va a contar con tres aparatos. Tenemos la boya oceanográfica, con una ventana de oportunidades de botadura, que sería entre el 20 y el 25 de noviembre, dependiendo del clima; contamos con un mareógrafo, que ya está instalado en el puerto y con estaciones meteorológicas en ambos puertos, tanto en Caleta Córdova como en Comodoro”.
“Todo eso se va a integrar en una sola base de datos, inicialmente dependiente del Instituto Roma, pero que ya para el 2025 será de la Agencia”, indicó y añadió que el puerto es el encargado del cálculo y el diseño del fondeo.
Además, informó que hay avances en la gestión que se realizó ante YPF para que contribuya, así como también la disposición del remolcador que llevaría la boya a destino”.
Carlos de Marziani, referente del CONICET y la UNPSJB, se explayó sobre parte del trabajo que realizarán al destacar que “la infraestructura es la boya, que tiene una serie de sensores aéreos; otros que tienen que ver con señalización y balizamiento por tema de seguridad para la navegación, de energía y sensores acuáticos que permiten medir variables físicas, tanto en el aire como en el agua. Vamos a empezar con un sistema mínimo para la primera prueba y juntar experiencia, y luego vamos a ir incorporando otras cuestiones”.