Según precisaron fuentes oficiales a El Patagónico, el jueves alrededor de las 16:40, agentes de la Seccional Quinta llevaron adelante un allanamiento - autorizado por la juez penal Mariel Suarez - por una denuncia de usurpación en un domicilio del barrio Máximo Abásolo.
A una familia, que vivía en una vivienda ubicada en las calles Escalante y Las Plumas, le usurparon la casa y les vendieron sus pertenencias. Los efectivos ayer llegaron al lugar y lograron recuperan un lavarropas.
La Policía sospecha de que los usurpadores pertenecen a una organización delictiva que opera en un asentamiento ilegal de la Extensión del barrio Abel Amaya. Entre ellos habría involucrado un agente policial, indicaron las mismas fuentes a este medio.
Por el hecho trabaja el Ministerio Público Fiscal.