En un barrio privado de la ciudad de Cipolletti, Río Negro, un ataque de celos casi termina en una tragedia en la medianoche del domingo. Los involucrados, un joven de 18 años y una chica de 23, hija de un reconocido empresario que brinda servicios de producción de gas y petróleo. Tal vez por eso y por el coqueto barrio que habitan, es que el hecho no trascendió con la fluidez de un apuñalado en una toma.
La relación entre estos jóvenes comenzó como todas: bien. Pero con el que paso de los meses, tan solo seis llevaban, el encanto se esfumó y quedaron los dos plantados de frente a sus verdaderos yo. Él, salidor y de buena labia; ella, celosa. Así las cosas, el fin de la relación era cuestión de tiempo, ya que la toxicidad iba in crescendo.
En tiempos de celular, la mejor garantía de privacidad es la clave, el patrón, la huella o el rostro. Toda aquella forma de bloqueo que impida que otro o mejor dicho, que la pareja, no pueda acceder a los mensajes.
Fue así que la medianoche del domingo, el joven llegó a la casa de su novia y se acostó a dormir con ella, pero antes apagó el celular y lo dejó debajo de la cama.
Mientras él dormía, ella con mucho sigilo le sacó el celular y lo habilitó (este es un punto de la historia que no está del todo claro) y descubrió mensajes que no le simpatizaron en lo más mínimo.
"Alrededor de la 1:15 de la madrugada, me despertó enojada a los golpes, tenía un shampoo en su mano. Yo estaba muy dormido y como pude me puse la remera y el pantalón", describió el joven en su denuncia.
La discusión continuó en otro sector de la vivienda, en el hall de ingreso, y cuando el joven se disponía a irse, ella le arrojó shampoo en el rostro y tomó las tijeras que estaban en un escritorio y lanzó su ataque sobre él. El joven sufrió distintos cortes en el rostro, cuello, tórax y abdomen.
La escena continuó con la joven empujándolo y lanzándole tijeretazos hasta que él salió de la casa, pero como se había dejado las llaves del auto tuvo que esperar a que se las devolviera y así poder marcharse. "Hijo de puta, yo te amaba", sentenció la joven y le revoleó las llaves en el medio de la calle.
El joven se fue a la casa y su padre lo acompañó al hospital. El lunes a la tarde radicó la denuncia en la Comisaría de Familia de Cipolletti, donde agregó que la joven ya ha tenido episodios en los que atentó contra sí misma. El más reciente fue en diciembre, el día y hora en que Argentina jugaba contra Francia la final de la copa del mundo de fútbol.
Ahora, la fiscalía deberá tomar intervención en el caso, los testimonios de rigor y también podría ordenar, a modo de resguardo de la integridad física de ambos jóvenes, una perimetral y pericias psicológicas.
Fuente: La Mañana de Neuquén