Los octubres del suboficial

Al suboficial mayor Humberto Bulacios lo marca el décimo mes del año. El 3 de octubre de 1995 participó del aborto del asalto al blindado del Banco Provincia en "Las Chapas" disparando cinco veces contra la banda. Allí hirió a José Pereyra en el hombro izquierdo y a Julián "Conejo" Molinari en la cadera. Se trataba de dos de los tres asaltantes.
En octubre de 2002 mató a un ex policía en Puerto Madryn. Era la jornada previa al Día de la Madre. "Cuando se origina un asalto a la empresa Bahía Blanca, encontramos a dos sospechosos; quise identificar a uno y saca un 38 y martilla cuatro veces, y como respuesta a su agresión recibe cinco impactos" explica sobre su acción.
No habla mucho, es medido en sus palabras. Humberto conocía a la víctima porque había trabajado con él. "Fui detenido y después me liberaron; son situaciones muy especiales. El momento en el que uno queda detenido por homicidio y tiene que preparar la defensa para poder recuperar la libertad, no es fácil. Declaré, presenté mi declaración de legítima defensa y la justicia lo entendió así.Fui liberado y salí sobreseído de esa causa", recuerda ante Letra Roja.
Recalca la preparación que tenían con las armas en 1995 durante el asalto al blindado. Reconoce que el atraco "estuvo bien planificado". Cree que "hay que rescatar que los policías están vivos; no un mártir que no la puede contar".
Sintió tristeza con lo que le ocurrió diez años después a los policías Pablo Rearte y Oscar Cruzado en el asalto al cajero de Rawson. "Hay que estar preparado para tirar y pegar. Hay que salir pensando qué me puede pasar. Son segundos; el policía tiene que tener el arma en condiciones. Saco, tiro y pego en donde quiero pegar; tirar para neutralizar", dice tajante Bulacios.
A punto de retirarse, por estos días se encuentra en Catamarca, su tierra natal, buscando poner en marcha su nuevo emprendimiento comercial, una fábrica de hielo. Es músico y compositor; les compuso zambas a sus padres e incluso está invitado a tocar en homenaje a un vecino catamarqueño, Marcelino Montiveros, en un festival regional.
Bulacios con la guitarra escribe, compone y canta,desahoga sus penas y entona sus alegrías. Se hace llamar "El Bagual" porque no le gusta estar atado a ningún corral. Busca historias entre la gente.En octubre también le escribió una letra a su maestro rural, Gonzalo Avalos, "Peinado a la gomina y corbata fina", a quien mataron en un robo. Su letra hoy está encuadrada en la escuela que lleva el nombre del docente.

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