No tiene baños, pero quieren que allí se vote

La directora de la Escuela 218 cuestionó que la Junta Electoral pretenda que el establecimiento sea sede de las elecciones pese a los desbordes cloacales y la falta de baños. También hay peligro por las conexiones eléctricas.

Los problemas de la Escuela 218 son múltiples (ver nota aparte), pero el colmo de la situación es que, según la directora del establecimiento Mónica Martí, desde la Junta Electoral quieren que la institución sea sede de las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO).

“La semana pasada me llamaron desde Rawson, de la Junta Electoral, y lo único que les interesaba era saber cuántas aulas teníamos disponibles. Yo les dije que no hay disponibilidad del edificio porque no hay baño, no hay cloacas y hay problemas eléctricos. Desde 2016 se está pidiendo auditoría eléctrica. La última vez que vino un electricista sacó cables totalmente achicharrados detrás del tablero y no tenemos respuestas de nada”, cuestionó la directora.

“Me dijeron que lo iban a informar. Nada más. Mi reclamo viene desde el año pasado, con muchas notas. Es todo un tema burocrático para que se mueva la cosa. Son reclamos más reclamos. Tanto yo, como desde Supervisión, se han cansado de meter reclamos”, aseveró Martí.

En diálogo con El Patagónico, la directora de la Escuela 218 confesó sentirse “muy decepcionada porque los padres reclaman que los niños no pueden venir a la escuela, pero desde Rawson se pregunta cuántas aulas tengo para las elecciones” y dejó en claro que “si no hay escuelas para los niños, no hay escuelas para los políticos”.

SIN CLASES PRESENCIALES

Martí manifestó que no hay clases presenciales por la falta de baños y los derrames cloacales. “Yo no puedo hacer venir a los pequeños porque de ninguna manera voy a exponer su vida”, aseguró.

“Es imposible mantener clases presenciales. Estamos trabajando por grupos de WhatsApp que los maestros manejan desde sus teléfonos personales y con formato papel que dejan en un kiosco para que sus padres asistan a retirar. Los maestros vienen una vez a la semana para corregir y entregar tareas”, precisó.

“Los tengo que hacer venir a un espacio donde no hay baños disponibles, donde no hay limpieza porque los porteros se retiraron porque los baños están tapados”, agregó.

La falta de respuestas es tal que la semana pasada el temporal de viento arrancó la chimenea y desde la Delegación de Obras Públicas de Comodoro Rivadavia, a cargo de Daniel Bourdagham, mandaron atar la estructura con alambre.

“No tenemos respuestas. El último ventarrón casi arranca la chimenea de calefacción y desde Obras Públicas mandaron al personal a que lo ate con alambre. Los empleados se subieron al techo pero era imposible de atar porque estaba toda rajada y rota. Esa es la situación de la escuela”, aseveró Martí.

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