Ordenan investigar a los financistas de la marihuana que descubrió "Ramona"

Los jueces del Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia emitieron sentencia en torno al tráfico de 100 kilos de marihuana que detectó una perra cuando una pareja de ciudadanos paraguayos intentaba cruzar a Chile por el paso fronterizo Futaleufú. Al hombre le impusieron una pena de 8 años y 6 meses de prisión, mientras que su pareja recibió 7. Además, se ordenó a la Fiscalía continuar la investigación para llegar a los financistas.
"Es de esperar que tan grave maniobra, que implicó no sólo el prolongado transporte del cuerpo del delito por diferentes jurisdicciones nacionales y locales, sino su cantidad, con la aptitud emergente para potenciar numerosas conductas ilícitas en diferentes poblaciones imprecisas, el triple traspaso de fronteras, un financiamiento nada desdeñable que también incluyó la provisión de un costoso vehículo para su desplazamiento, a partir de los aparatos habidos y de sus datos obtenidos, continúe una mayor y mejor pesquisa por la autoridad competente, para individualizar no sólo como ocurrió, a los operadores menores de la trama, sino a los todavía encubiertos artífices, financistas y planificadores de esta empresa criminal transnacional", concluye el voto del juez Enrique Jorge Guanziroli.
En párrafos anteriores, el magistrado adhirió a la condena de Pablo César Britez Ríos y Claudia Josefina Ojada Enciso, pero no se mostró de acuerdo con el monto menor que recibió la mujer. Al primero se le impuso una pena de 8 años y 6 meses de prisión, mientras que a ella la condenaron a 7 años de prisión.
En ambos casos, recibieron inhabilitación especial de 5 años para el ejercicio del comercio e inhabilitación absoluta por el doble de tiempo de la condena para desempeñarse como funcionario o empleado público, la pérdida de concesiones, régimenes especiales, privilegios y prerrogativas de las que gozare, accesorias legales y costas del proceso por considerarlo coautores penalmente responsable del delito de contrabando agravado de estupefacientes; transporte de estupefacientes y contrabando agravado de estupefacientes en grado de tentativa, todo ello en concurso ideal. En el caso de Britez Ríos, además, se concursó realmente el delito con la figura de uso de documento público falso destinado a acreditar la habilitación o titularidad para circular de los automotores. A todo esto, se ordenó que se libren testimonios al fiscal general y a la parte querellante a los efectos de las eventuales investigaciones criminales y fiscales que corresponda. Ello, en relación a los financistas del contrabando.

EL CASO
Tal como informó El Patagónico durante todo el juicio, que se desarrolló ante el Tribunal Oral Federal -integrado por los jueces Pedro José de Diego, Enrique Jorge Guanziroli y Nora Cabrera de Monella- el hecho que tuvo como protagonista al matrimonio paraguayo integrado por Pablo Britez Ríos (22) y Claudia Ojeda Enciso (21), se descubrió el 11 de mayo del año pasado en el paso fronterizo Futaleufú, ubicado al noroeste de Chubut y fue luego de que el personal de Aduana apostado allí, advirtiera anormalidades en el baúl de la flamante Mercedes Benz en la que viajaban.
"El vehículo no coincidía con la vestimenta de los ocupantes", declaró el primero de los 8 testigos del juicio, quien también explicó que al revisar el baúl levantó la alfombra, luego una membrana y allí observó una soldadura nueva que rodeaba todo el habitáculo y a la que se le sumaban remaches.
La perra "Ramona" que está adiestrada por un guía de la Aduana, fue la que finalmente descubrió los 114 paquetes que contenían un total de 98,57 kilos de marihuana que se pretendían cruzar a Chile para entregarlas en Viña del Mar. Los conductores, en tanto, eran guiados telefónicamente desde Paraguay.
El condenado, al hacer uso de su derecho a declarar, contó que en abril del año pasado un hombre lo ubicó y le ofreció hacer un trabajo, el cual consistía en la conducción de un vehículo hasta Chile. Según él, nada sabía del estupefaciente y por la tarea le pagarían 1.500 dólares. Además, tenía permitido viajar con su esposa y su hijo de 2 años, con quienes finalmente hizo el viaje. Ahora, él está detenido en Marco Paz y ella cumple arresto domiciliario en Buenos Aires.

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