El Ministerio de Educación hizo llegar el pasado 1 de marzo a las Escuelas de Nivel Inicial (ENI) una circular en la que -entre otras indicaciones- se detallan modificaciones “inconsultas e impuestas” al personal docente: la más preocupante es la que refiere al Anexo I, “sobre consentimiento de las familias para el cambio de pañales e indumentaria de las infancias”, lo cual para la Regional Sur de ATECh “se suma a las múltiples tareas de las docentes en sala, la responsabilidad de la higiene íntima”.
El gremio considera que hay un avance del Ministerio modificando condiciones laborales y abriendo la puerta a más conflictos posibles con la comunidad y tras preguntarse por qué es un tema “complejo”, resalta que “es un tema sensible, que alude a lo subjetivo, al vínculo, al cuidado, a la construcción del cuerpo, de la sexualidad y la salud”.
De paso, recuerda que existe “desprotección” entre los docentes ante “ciertas acusaciones infundadas”, acotando que “cada vez son más las y los maestros que prefieren evitar el contacto físico con los chicos y los jardines que prohiben las demostraciones corporales de afecto como consecuencia de la creciente cantidad de denuncias sobre abusos sexuales en los jardines de infantes”.
Según estudios estadísticos realizados a nivel nacional, la gran mayoría es desestimada, tras ser investigadas, por “infundadas o inconsistentes”, destaca ATECh.
Por otro lado, consideran necesario señalar las condiciones en que se llevan adelante las actividades en las ENI; la cantidad de alumnos a cargo de una docente que no cuenta con pareja pedagógica ni auxiliar de sala; la arquitectura de las salas que no considera espacios adecuados para el cambiado; las reducidas dimensiones de los baños y otras.
“Para garantizar derechos, como pretende el Ministerio, es necesario destinar recursos materiales y humanos. En cambio, el Ministerio de Educación se desentiende descargando, bajo la figura de responsabilidad civil, toda la carga sobre las docentes y directivos ante cualquier situación que pudiera generarse.
Con las heridas abiertas de los hechos sucedidos en torno al Jardín 406, avanzar sin considerar el contexto, sin brindar herramientas, acompañamiento y sostén al conjunto de la comunidad educativa, es como mínimo irresponsable”.