Rodrigo Merlo se perfila y analiza, la campana sonó hace rato. Tiene tres minutos para barajar y dar de nuevo, buscando que sus golpes –esta vez detrás de un teclado- tengan el efecto deseado.
No es fácil, en especial analizar al rival. Pero Merlo no se amilana, sino nunca habría salido de Trelew al mundo.
Escribir un libro (no una compilación berreta) es todo un desafío. Pero “su equipo” (o sus hermanos como a él le gusta nombrar cuando se refiere a Angel Da Luz Pereira entre otros) sostienen que cuando Rodrigo se propone hacer algo, lo hace, siempre manteniendo la guardia en lo alto.
PRIMER ASALTO
“Mientras más listo sos menos encajas. Y mientras más idiota sos pareciera que te va mejor” desafía. Y Merlo es de los que no encaja, porque siempre buscó la excelencia.
CIE – DC (Circulo Internacional de Expertos – Deportes de Combate) es su plataforma web a través del cual asesora tesis de maestría, investigaciones y cursos a lo largo del mundo.
Los libros y las publicaciones son otra de sus habilidades. Por ello se en-cuentra en la antesala de su sexta publicación en castellano (tiene 2 en inglés) referido a los deportes de combate.
“Me motiva el hecho de que haya información acerca de cómo llevar un programa de entrenamiento de los 3 ciclos específicos en doble turno para boxeadores. Creo que hay mucho de teoría publicado pero poco bajado a la práctica”, sostiene a través del Zoom desde México a El Patagónico.
El boxeo –como el periodismo- parte del empirismo, de lo concreto y lo pal-pable, de lo que acontece en la previa, la puesta en escena y la campana final. No parte de teorías. Su punto de largada es la realidad, sino no es boxeo, mucho menos periodismo.
Merlo lo aprendió como parte del equipo de Omar Narváez, luego se nutrió de las distintas realidades de las diferentes escuelas de boxeo de Chubut, cuando el deporte de los puños iba a promocionar la actividad.
En México siguió la misma línea, pero al banquito de la esquina le sumó el conocimiento académico y científico.
“En todo el mundo el boxeo arranca del empirismo. Y a medida que esos boxeadores cobran proyección, los entrenadores buscan actualizarse al rozarse en otro nivel. A nivel Argentina pasó con los Matthysse, con el ’Tigre’ (Héctor) Saldivia con Omar Narváez, peleadores muy buenos que llegan a otros niveles donde los atienden otros profesionales. Pero incluso en ese nivel del profesionalismo hay distintos consensos acerca del cómo trabajar con ellos”, describe.
Con ese fin “La Ciencia del Boxeo” –con fecha estimada de venta a través de Amazon para fines de año- busca trazar una línea de trabajo para los primeros meses de trabajo con púgiles con proyección.
UN LIBRO QUE SE DEFIENDE EN TODAS LAS ESQUINAS
Como novedad, y apelando a las tecnologías, el libro se planta en todas las esquinas y “tiene la firme intención de ser una guía teórico-práctica en la elaboración de un programa de entrenamiento para la correcta preparación de un boxeador” como reza en la introducción que el autor adelantó a El Patagónico.
Para ello, cada uno de los 13 capítulos atiende a la pregunta angular: ¿Qué acciones debe ejecutar un boxeador durante un combate?. Es así, que por medio de un código QR lo escrito en términos de la ciencia anclada a lo que acontece en el cuadrilátero, se sostiene y cobra claridad con una serie de videos que se explayan acerca de lo que se pretende y cómo se debe aplicar en el plan de entrenamiento integral.
El Volumen de golpes, la Efectividad del ataque, la Evasión de los ataques, la Velocidad en los golpes, los Impactos de KO., la Resistencia central, la Resistencia periférica, la Resistencia a la fuerza explosiva de las piernas, la Tolerancia al castigo, y el Prevenir lesiones son las 10 acciones fundamentales sobre la cual se despliega toda una metodología avalada científicamente.
“La esencia final del libro es el producto. La idea es que no sea un libro más, sino que otorgue una planificación del día a día del entrenamiento en doble turno. Hasta su momento de subirse al ring. Todo lo que va aconteciendo y cómo le podemos hacer un seguimiento a través de las estadísticas a lo largo de 3 meses. Ello se puede observar a medida que avanzamos en los 13 capítulos de una publicación que espero poder finalizar sobre el mes de septiembre”, comenta.
Merlo analiza, repasa experiencias y aprendizajes desde 1999 en adelante. A ello le suma su carrera académica. Eso mismo que lo llevó desde Trelew a México.
La campana suena y el patagónico –al que le fastidia la monotonía- sale a escena una vez más, dispuesto a dar pelea. A bancar sus convicciones con la ciencia. Pero también con los puños, porque Merlo construye desde el llano, con los pies metidos en el barro. Sin olvidar su origen y siendo generoso en los conocimientos en pos de la disciplina deportiva que lo llevó a estudiar el profesorado de educación física.
Entonces todo cobra otro tipo de relevancia y el reloj comienza a marcar el tiempo de descuento. Al final de la velada, el libro por sí mismo dará su veredicto.