Trece heridos fue el resultado de la marcha por Gustavo Gerez en Caleta

Trece personas heridas -seis policías y siete civiles- fue el saldo del agitado pedido de justicia que en la tarde noche del miércoles protagonizaron familiares y amigos de Gustavo Gerez, el joven que murió el domingo en la Seccional Primera de Caleta Olivia.
Caleta Olivia (agencia)
Más de 500 personas, entre ellas familias con niños de corta edad, se concentraron en el monumento al Obrero Petrolero para luego marchar por las calles céntricas hasta la Comisaría Primera, ubicada a unas tres cuadras del Gorosito.
En el acceso a la misma aguardaban tres oficiales con la intención de responder a los requerimientos de los vecinos, aunque lejos de poder concretar un diálogo se produjeron varios incidentes.
Es que mientras el jefe de la comisaría, Alejandro Gatica, intentaba responder a las preguntas un grupo de manifestantes comenzó a escupir a los tres oficiales y arrojarles huevos, al mismo tiempo que pintaban con aerosol las paredes de la dependencia policial y les lanzaban piedras y escombros.
Ante la situación, los uniformados decidieron ingresar a la dependencia y fue en ese momento en que los manifestantes comenzaron a provocar la rotura de vidrios lanzando objetos contundentes, los cuales impactaron contra efectivos que se encontraban en el interior y dañaron equipos informáticos y mobiliario.
Además, fueron destruidos los cristales de varios de los vehículos que permanecen secuestrados en el predio de la comisaría e incluso debajo de uno de ellos fue dejada una cubierta con papel adentro, mientras que uno de los ventanales del edificio del Juzgado de Instrucción Nº1 y 2, ubicado en diagonal a la comisaría, fue destruido con un gran trozo de hormigón.
Inmediatamente, efectivos de la Guardia de Infantería que permanecían formados en una vereda aledaña avanzaron contra los manifestantes para evitar que siguieran provocando destrozos.
En el lugar se encontraban familias completas, con niños pequeños que comenzaron a correr aterrorizados en todas direcciones cuando los efectivos lanzaron gases lacrimógenos y balas de goma.
Varias de estas últimas alcanzaron a siete civiles que posteriormente fueron trasladados en ambulancias a la guardia del Hospital Zonal donde recibieron curaciones, al igual que los seis uniformados heridos con piedras y cascotes.
CAUSA JUDICIAL
Cabe mencionar que desde ese momento las calles lindantes a la Seccional Primera, es decir Yrigoyen entre 25 de Mayo y Primeros Pobladores, además de Guttero, entre avenida Costanera y San Martín, permanecen cortadas al tránsito por cuestiones preventivas.
Según se pudo saber, la Policía instruyó una causa judicial por daños calificados a bienes del Estado y lesiones a efectivos (tres subalternos, un subcomisario y un principal).
Por su parte la hermana de Gustavo, Sandra Gerez, sostuvo que "la policía actuó como si los que fueron a pedir justicia hubiesen sido guerrilleros. Tiraron gases lacrimógenos y había cualquier cantidad de cartuchos de perdigones".
"Nosotros habíamos convocado a una manifestación pacífica. Era ir un ratito ahí y volver. Pero de ahora en más, a no ser que los chicos me den las garantías de que van a actuar de manera pacífica, vamos a buscar otra manera, o iré yo sola a reclamar", sostuvo.
"Había muchos niños y me dio cosa ver a las madres que no sabían para donde correr con sus hijos", acotó, al mismo tiempo que señaló que tiene previsto reunirse con los amigos de su hermano, ya que "ellos me van a ayudar a afrontar los gastos del abogado (Alberto Luciani) con la realización de peñas".

"NADIE QUERIA ESTO"
Paralelamente Gerez, quien tenía en su cuerpo la marca de seis perdigones, evaluó que "parece que se infiltró alguien del Polo Obrero para que pasara esto, pero no tengo pruebas físicas. Sí sabemos que alguien tiró la primera piedra y eso provocó todo esto".
No obstante, manifestó que "los policías ya estaban preparados. Antes de empezar la marcha le pedí a los chicos que estemos tranquilos y que no nos gane la bronca porque nadie quería esto, pero al llegar a la comisaría y ver la actitud prepotente de la policía, fue como echar nafta al fuego".
Finalmente, dejó en claro que "quiero que las marchas sean creíbles; es decir que nos movilicemos para pedir justicia, pero no de esa manera porque sino las familias no nos van a querer acompañar".
Vale recordar que el joven de 29 años, que trabajaba como taxista, murió en la madrugada del domingo en una oficina de la Seccional Primera luego de ser trasladado hasta allí por efectivos policiales.
Según indicaron, habría provocado disturbios en la vía pública, precisamente en la esquina de la avenida Beghin y calle Namuncurá del barrio 26 de Junio, donde aparentemente se encontraba con el torso desnudo y gritando.

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