A la 1:25 de ayer, personal policial de la Seccional Quinta encontró asesinado en su vivienda a Sergio Omar Nahueltruz, de 40 años. Se trata de un hombre oriundo de Tecka, que se dedicaba a la venta de diarios y que residía en una precaria vivienda de chapa y madera en la parcela 21, manzana 6, del sector de ocupaciones de la extensión del barrio Abel Amaya, detrás de las 1008 Viviendas. Se trata del noveno homicidio registrado este año en Comodoro Rivadavia.
Nahueltruz tenía seis puñaladas en el pecho y estaba tirado en el suelo, al lado de una mesa. Los asesinos además de llevarle el teléfono celular, aparentemente también se alzaron con su documento de identidad. El o los asesinos cerraron la puerta con llave y también dejaron con candado el portón de acceso a la vivienda.
Eso fue lo que a Ana, la vecina de Nahueltruz, le llamó la atención: que el portón de la casa estuviera cerrado, cuando siempre permanecía abierto. Incluso las cortinas de la vivienda también permanecieron cerradas durante todo el fin de semana.
Desde el jueves que la mujer no veía a Nahueltruz y eso le llamaba la atención, ya que siempre se comunicaba con ella o lo observaba entrar y salir de la vivienda. Tampoco se lo había visto los últimos días repartiendo los diarios.
La mujer comenzó a preocuparse por lo que le podía haber pasado al canillita ya que la última vez que éste le había mandado mensajes había sido el jueves a las 11:08. A través de WhatsApp le había comentado que había mantenido una pelea con otros canillitas.
La mujer comenzó a pensar lo peor y por eso decidió llamar a la policía y a insistir en que ingresaran por la fuerza a la vivienda para corroborar si algo le había ocurrido a Nahueltruz.
Los efectivos de la Seccional Quinta, a cargo del comisario Jorge Calderero, ingresaron ayer a la 1:25 a la vivienda de Nahueltruz, una casa precaria de pequeñas dimensiones.
SE LLEVARON EL TELEFONO Y LAS LLAVES DE LA CASA
En el lugar intervino la Policía Científica a cargo del oficial principal Fernando Arce, jefe de la división, y realizaron una inspección ocular en la vivienda. No se hallaron los documentos del hombre y tampoco su teléfono celular ni las llaves del domicilio, como se señaló. El personal policial levantó rastros del lugar y estableció que el cuerpo permanecía sin vida desde hacía más de 48 horas. La data exacta de la muerte se conocerá cuando el Cuerpo Médico Forense le practique la autopsia.
En el caso intervino en primer término el funcionario de fiscalía Ricardo Carreño. La Brigada de Investigaciones trabajaba al cierre de esta edición con entrevistas a su grupo de pertenencia y vecinos. Todo indica que el diariero conocía a el o a sus asesinos ya que la puerta no estaba forzada y tampoco se observaba una escena violenta, revelaron fuentes de la investigación.