Un obispo renunció tras la filtración de un video sexual

El obispo también era investigado por el Vaticano desde 2018, según precisaron los medios brasileños, bajo la sospecha de haber encubierto casos de abuso sexual en la diócesis.

El papa Francisco aceptó la renuncia del obispo brasileño Tomé Ferreira da Silva, luego de que se filtrara a través de redes sociales un video sexual del religioso. Da Silva había presentado su renuncia el fin de semana, cuando se conoció el video, y la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) confirmó este miércoles que dará un paso al costado tras la decisión del Vaticano.

Ferreira da Silva, de 60 años, era obispo de Sao José do Rio Preto, una ciudad ubicada unos 400 kilómetros al norte de San Pablo, desde 2012. El video que circuló el fin de semana por grupos de WhatsApp y en redes sociales lo mostraba acariciándose los genitales y hablando con otra persona a través de una videollamada, según divulgó el portal de noticias G1.

El obispo originario del estado Minas Gerais también era investigado por el Vaticano desde 2018, según precisaron los medios brasileños, bajo la sospecha de haber encubierto casos de abuso sexual en la diócesis. Tras aceptar su renuncia, según informó la agencia EFE, el papa Francisco designó al arzobispo de Ribeirao Preto, Moacir Silva como administrador de esa diócesis hasta que se nombre un nuevo obispo.

"La Nunciatura Apostólica informa que el Santo Padre aceptó hoy el pedido de renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Sao José do Rio Preto, presentada por su excelencia Tomé Ferreira da Silva", reza el comunicado la CNBB, sin precisar los motivos públicos de su paso al costado.

Otros casos similares han sacudido a la Iglesia católica de Brasil recientemente. En enero pasado, la policía confirmó que investigaba al arzobispo de Belem (norte), que había sido denunciado por cuatro exseminaristas por supuestamente haberles tocado en varias ocasiones sus genitales, según testimonios rebelados en el programa Fantástico, de TV Globo.

En mayo de 2019, el obispo de Limeira (estado de Sao Paulo) presentó su dimisión tras ser acusado de malversaciones financieras y de encubrir casos de pedofilia.

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