Los videos publicados por Infobae este viernes ya confirmaban las sospechas de que la jueza Julieta Makintach estuvo acompañada de un equipo de productores y camarógrafos que la grabaron tanto en los días previos del juicio por Diego Maradona como en el arranque del debate oral donde hay siete imputados por la muerte del máximo ídolo del fútbol argentino. Ahora, a esas imágenes ya polémicas, se le sumó la declaración de una de las infiltradas en las audiencias, quien confirmó que estaba haciendo una producción audiovisual con la magistrada, pero negó que fuera un documental del caso.
Se trata de María Lía, la amiga de la infancia de Makintach identificada por la Justicia como una de las personas detrás de un presunto film sobre el juicio del Diez, quien en las últimas horas presentó un descargo en la causa que investiga el hecho y dio explicaciones al respecto.
En el escrito de 14 páginas, la mujer contó que, lo que ahora es un escándalo judicial, comenzó con una idea suya que tenía hace tiempo. En este sentido, contó que su intención no era hacer un proyecto sobre el caso de Maradona, sino simplemente “una entrevista” a su amiga, a quien dijo admirar por su extensa trayectoria.
No obstante, admitió un dato que es fundamental para los investigadores del caso: “El hecho de que hubiera sido asignada como Jueza para uno de los juicios orales más trascendentes de nuestro país, potenció mucho más mi idea e interés en hacer algo al respecto”, subrayó María Lía.
SIN CONSENTIMIENTO
Los fiscales de San Isidro a cargo de la causa, Carolina Asprella, Cecilia Chaieb y José Amallo, barajan desde el principio la hipótesis de que Makintach estaba siendo la protagonista de un documental sobre el juicio de Maradona, el cual se realizaba sin el consentimiento de las partes.
Este descargo, aunque intenta justificar a la jueza, termina confirmando la sospecha.
La única diferencia es que María Lía no habla de un film, sino de una “entrevista amateur” sin contrato de por medio, pero hecha con camarógrafos y asesorada por productores. El reportaje, según contó, habría sido realizado el domingo previo al inicio del debate oral (cuando se la vio a la jueza con cámaras en los pasillos del tribunal de San Isidro) y no habría tenido ninguna referencia al juicio propiamente dicho, más allá de alguna pregunta sobre “cómo veía ella como Juez esa tarea que tendría que encarar”.
Iba a salir después de que terminara el proceso oral: “La idea era mostrar la cuestión de un juicio de mucha trascendencia desde la perspectiva de una Juez, y por supuesto de poder concretarse sería luego de que el juicio terminara, la Jueza ya no estuviera en el caso, y siempre que ella autorizara formalmente cualquier tipo de publicación de su imagen”.
La entrevista, que Makintach aceptó hacer y permitió que la grabaran para eso, fue producida junto a Juan, otro de los identificados por la Justicia como uno de los infiltrados en las audiencias para este presunto documental de Maradona.
Según el descargo de Maria Lía, él es pareja de una amiga y tenía conocimientos de producción que le servían para hacer un buen material. Sin embargo, no tenían los elementos para hacerlo. Y por eso contactaron a José, el dueño de la otra productora sospechada y allanada el pasado jueves, quien aportó las cámaras para realizarlo.
“Aclaro que todo fue de manera gratuita, amateur y desinteresada, y no firmamos ningún tipo de contrato y/o compromiso futuro respecto de lo que pensábamos hacer”, aseguró la amiga de la jueza del escándalo.
A ESCONDIDAS
María Lía contó que tanto ella como su equipo acudieron a las jornadas del juicio para poder tomar nota y tener su propia perspectiva de lo que transcurría en el debate. En este sentido, también se refirió a los videos en los que se la ve junto a un camarógrafo grabando a escondidas la primera audiencia del juicio, lo cual está prohibido. Y al explicar este punto, confirmó que la magistrada Makintach los autorizó a tomar imágenes más allá de la medida que rige para toda la prensa.
“Todos los periodistas estaban autorizados a tomar fotos y filmar la sala ese primer día -independientemente de la filmación oficial- para lo cual ingresaron todos juntos a la Sala y tomaron imágenes y videos de las disposiciones de las partes y ese tipo de cosas. Nosotros, como éramos público general y no periodistas profesionales, no pudimos ingresar en ese momento a tomar la foto y las imágenes que queríamos de la Jueza en el estrado, con lo cual le preguntamos si era posible hacerlo después", señaló.
Y agregó: “La Jueza nos dijo que sí, pero que solamente la enfocáramos a ella, y en pocos planos. Por eso fue que, iniciado el debate, nos permitieron que el fotógrafo que habíamos llevado, hiciera las tomas exclusivamente de la Dra. Makintach, y es así lo único que hizo”.
Según el escrito presentado por la mujer, a partir de aquel inicio del debate, ellos ya tenían la entrevista previa con la Jueza y la toma de las imágenes suyas sentada en el estrado. “No tuvimos necesidad alguna de conversar nuevamente con ella, y solo nos interesamos como cualquier persona en el desarrollo del juicio tan relevante, viendo si algo de lo que allí sucedía podía nutrir o no nuestra idea literaria”, destacó.
Hacia el final, ofreció sus disculpas por el hecho que desencadenó un gran escándalo, provocó la suspensión por una semana del juicio y, probablemente, haga que el debate no continúe tal como lo venía haciendo desde el 11 de marzo.
Fuente: Infobae