A través de la Pastoral Carcelaria, los chicos mandan cartas de esperanza a los detenidos

El viernes fue el primer encuentro del año para incorporar voluntarios. El trabajo incluye a las seccionales Tercera y Cuarta, junto con la de Laprida, con el objetivo de llegar a más unidades de detención.
Los chicos que hacen la catequesis en la Parroquia San Cayetano y los que estudian en la Escuela Juan XXIII escriben cartas con mensajes de esperanza para los presos. Las mismas son llevadas por la Pastoral Carcelaria a distintas unidades de detención, en especial las comisarías que funcionan como tales.
Cristina Latorre y Alicia Contreras son las agentes de la Pastoral Carcelaria que tiene actividad en Comodoro Rivadavia hace ya nueve años. Tiene la función de llevar la palabra de Dios a los presos y también brindarles el hombro, tanto a quienes están privados de la libertad, como a sus familias, a las víctimas y a los policías que trabajan en estas unidades.
"Somos seis las personas que trabajamos y que acudimos a las dependencias para tener ese encuentro personal con el interno", contó Latorre en diálogo con El Patagónico. Ayer realizaban el primer encuentro del año de capacitación para personas interesadas en colaborar con esta pastoral.

UNA NUEVA OPORTUNIDAD
Oscar Ramos Palacios es sacerdote de la Parroquia San Cayetano y le contó a este medio que las cartas las escriben los chicos de la catequesis y de la Escuela Juan XXIII. "En este año de la Misericordia, queremos llevarle a estos hermanos privados de la libertad un mensaje de alegría que sale del corazón de los chicos", dijo.
"Ellos les expresan con sus imágenes y palabras lo que sienten, como 'te equivocaste, pero la vida te da otra oportunidad para que empieces de nuevo'. Esos mensajes queremos que los acojan con el mismo sentimiento para poder levantarse y continuar cada día", explicó el responsable de la parroquia del barrio San Cayetano.
Hubo veces que a la Pastoral Carcelaria no le permitían el paso a las unidades penitenciarias. Por eso presentaron una nota con el pedido. El actual jefe policial libró una circular para que haya mayor apertura a este voluntariado. Es que, además, este equipo de la Iglesia escucha al personal policial que trabaja en esos lugares.
"La respuesta de los presos primero es distante y de desconfianza. En la medida que charlamos con ellos, se abren mucho a todo nuestro trabajo porque a veces es gente que nunca nadie le habló de Dios. Hacemos diversas tareas, como armar rosarios para ellos y para sus familias", repasó Contreras sobre su experiencia.
Los espacios que conoce y recorre la Pastoral Carcelaria incluyen a las seccionales Tercera y Cuarta, y a la de Laprida. "Quizás se nos complica por la cantidad de gente que somos, pero cada paso que damos, por más lento que sea, está teniendo sus frutos", añadió Latorre.
"La Pastoral Carcelaria es la Iglesia Católica que sale a las cárceles para llevar la palabra de Dios a nuestros hermanos privados de la libertad. No es sólo visitar un interno, sino también acompañar a las familias, a las propias víctimas, y también al personal policial", describió la agente de esta pastoral.

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