El 21 de noviembre, “Babas” volverá a encender las luces de El Sótano, el escenario donde nació una de las movidas más frescas y auténticas de la Patagonia. Será la última fecha del año y, como cada cierre de temporada, promete una mezcla de pogo, abrazos y gratitud.
“La última Babas siempre es especial. Es el momento de mirar para atrás, ver todo lo que hicimos y despedirnos felices por cómo crece la gente que nos acompaña”, cuentan los organizadores a El Patagónico. Esta vez, la fecha llega en noviembre porque en diciembre el trío tiene un viaje importante, y la despedida de 2025 no podía esperar.
La noche tendrá una colaboración sorpresa y el esperado homenaje a Viejas Locas e Intoxicados, a cargo de Aer0sol, banda invitada que —según Maitena— “tiene toda la energía para dar un show tremendo”. El warm-up y el cierre estarán en manos de Frankkystein e Intaky, los DJ que desde la primera edición sostienen el pulso sonoro de la fiesta.
Como cada fin de año, la Babas incluirá un brindis con el público, gesto que ya es tradición: “Hay gente que nos sigue desde 2022 y otra que se fue sumando, pero lo más lindo es que todos vuelven. La Babas es eso: encuentro, amistad y rock nacional”, dicen.
Las entradas se consiguen por mensaje directo al Instagram @fiestababas, a través de este link o en Locuras, solo en efectivo.
FUTURO EN MARCHA
Aunque esta edición será la despedida del año, el trío ya piensa en lo que viene. En 2026 planean volver con una nueva estética, más redes activas y el esperado “Babaspalooza”, su propio festival de bandas emergentes.
Mientras tanto, la invitación está hecha: el 21 de noviembre, El Sótano volverá a temblar con una noche de rock, energía y comunidad. Una despedida a lo Babas: caótica, hermosa y autogestionada.