Barreda seguirá preso por problemas con su pareja

El odontólogo no puede seguir viviendo con Berta André en el departamento del barrio porteño de Belgrano porque la convivencia se tornó “peligrosa” y con “riesgo inminente”.

 El odontólogo Ricardo Barreda, condenado a prisión perpetua por haber asesinado a su esposa, su suegra y sus dos hijas, seguirá en prisión, según lo determinó ayer la Cámara Penal de La Plata al ratificar la resolución del juez de ejecución que le revocó la libertad condicional debido a que la convivencia con su actual pareja se tornó “peligrosa”.

En el fallo, los camaristas resolvieron por unanimidad confirmar la medida del juez de Ejecución Raúl Dalto que el 22 de diciembre de este mes revocó la libertad condicional de Barreda y lo envió a la Unidad 25 de Olmos donde permanece alojado.

Los camaristas Alejandro Villordo, Eduardo Delbés y Carlos Argüero coincidieron con Dalto en que el odontólogo no puede seguir viviendo con Berta André, en el departamento del barrio porteño de Belgrano porque la convivencia se tornó “peligrosa” y con “riesgo inminente”.

Para ello tuvieron en cuenta los informes de los asistentes sociales del Patronato de Liberados que reflejan “un cambio en la relación de convivencia con su pareja Berta André y la imposibilidad de que Barreda siga residiendo en ese domicilio”.

“Los informes refieren una situación de riesgo, indicios de demencia senil por parte de André, como así también observan en Barreda un lenguaje despectivo hacia las mujeres y un particular ofuscamiento con su pareja con una marcada preocupación de cómo él puede reaccionar”, sostuvieron los camaristas en el fallo.

De esa forma, consideraron que no podía prosperar el recurso de apelación y el hábeas corpus interpuesto por el abogado Eduardo Gutiérrez, defensor del cuádruple homicida.

Sin embargo, una fuente judicial explicó que si Barreda aporta un nuevo domicilio que se ajuste a las condiciones que exige la ley para los casos de cumplimiento de una pena condicional, podría recuperar su libertad.

Barreda se encontraba en libertad condicional desde marzo de 2011, luego de ser condenado en 1995 a prisión perpetua por haber matado a escopetazos a su esposa Gladys McDonald (57), a su suegra, Elena Arreche (86), y a sus dos hijas Cecilia (26) y Adriana (24), en noviembre de 1992.

Previamente, en mayo de 2008, había salido de la Unidad Penitenciaria 9 de La Plata y lo beneficiaron con la prisión domiciliaria en el departamento de André, después de que la mujer se comprometiera a ocuparse de él.

DEMENCIA SENIL

En el fallo de Dalto, que fue ratificado ayer por la Cámara, el juez sostuvo que el informe social del Patronato revela que Barreda le refiere a la profesional interviniente que André “padece un cuadro confusional, cercano a la demencia senil, y que ante comportamientos agresivos de la nombrada en primer lugar reacciona de manera cordial, tornándose luego de tipo violenta verbalmente”.

“La licenciada agrega que Barreda es una señal de alarma, que después vienen otros aditivos, factores que pueden ir interviniendo en relación a los enojos que le pueden producir las mujeres. Y ambas aseguran no están todo el día con él y les preocupa la manera en cómo puede reaccionar Barreda”, graficó.

Es que según el juez, la situación convivencial de Barreda con Berta “no sólo es riesgosa y representa una situación de peligro en sí misma por su relación con la pareja, sino también en la interrelación que se produce entre éste y dos personas cercanas al afecto de André como son Alicia y Perica”.

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