Caso Nahuelmilla: el defensor de los Ibáñez impugnó la sentencia

Mauro Fonteñez, el abogado de Marcelo, Sebastián y Kevin Ibáñez, condenados a 18, 16 y 15 años respectivamente por el homicidio de Alan Nahuelmilla, pidió la absolución de sus asistidos al impugnar la sentencia por "errónea valoración de la prueba" que no "lograron desterrar el estado de inocencia".

El abogado de la familia Ibáñez, Mauro Fonteñez, presentó el martes ante la Cámara en lo Penal la impugnación de la sentencia de primer término por el homicidio de Alan Nahuelmilla, ocurrido el 14 de abril de 2018.

Fonteñez, que representa a Marcelo, Sebastián y Kevin Ibáñez –condenados a 18, 16 y 15 años, respectivamente-, pidió a la Cámara en lo Penal que se revoque la sentencia y se propicie su absolución, requiriendo la nulidad parcial de la sentencia y que subsidiariamente se subsuma la conducta de sus asistidos en culposa.

Fonteñez impugnó la sentencia del tribunal compuesto por los jueces penales Mariano Nicosia, Raquel Tassello y Mónica García. Los tres acusados fueron encontrados coautores penalmente responsable del delito de secuestro coactivo doblemente agravado por la cantidad de partícipes y por la muerte de una de las víctimas.

“La sentencia en crisis resulta arbitraria por ser consecuencia de una errónea valoración de la prueba recabada durante el desarrollo del debate” dijo Fonteñez ante la Cámara en lo Penal.

“Entendemos que el Ministerio Público Fiscal no pudo probar el hecho traído a debate y que las pruebas producidas durante el desarrollo del juicio no lograron desterrar el estado de inocencia que este estadio procesal requiere” explicó el defensor de los acusados.

CULPO A LA POLICIA

El defensor habló de “deficitaria tarea policial”, “defectuosa pesquisa” en la que se puso de manifiesto que el subcomisario García sostuvo que los acusados eran hermanos, cuando ese no es el parentesco que todos los acusados tienen, tildando entonces de “caprichosa investigación”.

Fonteñez dijo el tribunal omitió valorar debidamente de acuerdo a la sana

crítica las pruebas colectadas, interpretando en contra de sus asistidos las evidencias. Señaló que el testigo, víctima y sobreviviente cambió su versión en tres ocasiones, una ante los investigadores policiales, otra en el marco de la diligencia de reconocimiento de personas y la restante en el debate. “Sostenemos que se ha incurrido en una errónea valoración de la prueba” y que “no se han podido probar los presupuestos fácticos del caso sometido a debate por la Fiscalía. En razón de ello debería prosperar la duda o una acción culposa, al encontrarse irremediablemente afectado el principio constitucional de congruencia, donde no existe una correlación entre la acusación y el fallo emitido”.

“El fallo se basa en deducciones o presunciones que no fueron demostradas en el debate, que no logran desterrar el estado de inocencia” argumentó Fonteñez.

EL HOMICIDIO

El 14 de abril de 2018, a las 22 aproximadamente, Alan Nahuelmilla y un amigo identificado como B. G. circulaban por la calle Los Duraznos, en zona de quintas, y fueron emboscados por hombres armados. Procedieron a maniataros y a atarlos con una soga y arrastrarlos con la camioneta trasladándolos hasta la vivienda de uno de ellos.

Una vez en el lugar los sometieron a ambos a diversos tipos de castigos físicos golpeándolos con patadas y golpes en la cabeza con una pala, con la cacha de armas de fuego y le cortaron a uno de ellos las orejas con un alicate en reiteradas oportunidades. Los desnudaron y les tiraron agua fría, disparaban al aire y amenazaban con matarlos reclamándoles que les dijeran dónde estaba el televisor que supuestamente les habían robado.

Los tormentos duraron alrededor de cuatro horas, mientras filmaban la agresión. Los agresores se retiraron del lugar junto a Nahuelmilla, arrastrándolo hasta el domicilio de uno de sus tíos donde lo abandonaron. Al regresar al lugar los acusados que aún mantenían retenido a B. G. continuaron con los golpes hacia éste, hasta liberarlo previo amenazarlo con que no denunciara lo sucedido.

B. G. fue trasladado al Hospital Regional por su entorno, en tanto familiares de Nahuelmilla hacían lo propio, pero éste luego de unas horas falleció por “traumatismo grave de cráneo por hemorragia intra-cerebral a causa de los golpes recibidos”.

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