Comenzó el juicio por vejaciones a "Titi" García contra un comisario y dos policías

Comenzó el debate oral y público en el que se juzga por vejaciones y apremios ilegales contra Héctor García al comisario Pablo Naya –ex segundo jefe de la Seccional Quinta– y a los suboficiales que prestaban servicio en esa comisaría, Germán Pisco y Mauro Paredes, el 21 de agosto de 2012, cuando detuvieron a quien fallecería un día después en el Hospital Regional, adonde llegó con el bazo roto. Quienes compartieron la celda con la víctima –uno de ellos el famoso "Chucky" Monsalvo– declararon ayer que escucharon cuando García era sometido a apremios.
Ayer tuvo lugar la primera jornada del debate oral y público por el que son juzgados el comisario Pablo Naya –ex segundo jefe de la Seccional Quinta en el 2012 y que hoy presta servicios en Esquel– y los suboficiales Carlos Pisco y Mauro Paredes. La Fiscalía, representada por Marcelo Crettón, y la querella -por el abogado Guillermo Iglesias- busca probar el delito de vejaciones y apremios ilegales por parte de los policías.
El hecho ocurrió el martes 21 de agosto del 2012, cuando Héctor Fabián García (a quien todos conocían como "Titi", de 42 años) fue detenido por "atentado y resistencia a la autoridad" en la puerta de su domicilio ubicado en las 1.311 Viviendas.
En el inicio del debate el suboficial Carlos Pisco -patrocinado por la defensora oficial Viviana Barillari- hizo uso de su derecho de declarar ante la juez Daniela Arcuri. Lo mismo hizo el comisario Naya, defendido por el abogado particular Francisco Romero.
La versión de Naya es que ese día escuchó dos detonaciones de arma de fuego mientras se encontraba en el segundo piso de la Seccional Quinta cuando escuchó que el suboficial Ernesto Candia pedía refuerzos, por lo que acudió en su auxilio, y que al llegar en medio de una gran cantidad de gente debió patear a unos perros que se trenzaban en lucha en la calle.
Pero en base a lo que le dijeron los vecinos, sus familiares sostuvieron ayer que "Titi" habría salido en defensa de uno de los perros golpeados porque era de su pertenencia. Y que allí mismo fue reducido y subido al patrullero, detenido por "atentado y resistencia a la autoridad". Horas más tarde recuperó la libertad.
Naya declaró ayer que al día siguiente se enteró por otra autoridad policial que uno de los detenidos había fallecido y por eso inició averiguaciones personales y presentó un informe en la Fiscalía pidiendo que se investigue.
El único que no declaró ayer –acogiéndose a su derecho- fue el policía Mauro Paredes, asesorado por el abogado José Oviedo.
Para hoy se espera el testimonio del citado Candia, al que no se pudo encontrar en los domicilios conocidos y por lo que se lo conminará por la fuerza pública. Su testimonio es considerado de importancia.

LAS LESIONES
En el inicio de la prueba testimonial ayer declaró el médico forense Oscar Licciardi, quien exhibió fotografías aportadas por la Fiscalía con las lesiones de "larga data", escoriaciones, marcas de equimosis (lesión subcutánea) y los hematomas que encontró en los brazos, espalda y abdomen de García. Dijo que todas eran "lesiones en vida". De acuerdo al forense, la víctima presentaba también un hígado cirrótico. Según la familia, "Titi" debía ser trasplantado y estaban juntando dinero para llevarlo a Buenos Aires.
En las consultas de las partes, el forense dijo que pese a que puede haber casos en los que esas manchas aparecen por problemas de circulación sanguínea, en la mayoría de las oportunidades obedecen a traumatismos contusos o una compresión muy fuerte.
Hay que recordar que García llega al Hospital Regional el día 22 de agosto a la mañana y que debió ser intervenido quirúrgicamente para extraerle el bazo que estaba roto, falleciendo horas más tarde.
Luego declaró Carlos Casas, padrastro de García, quien sostuvo que "mi hijo estaba muy enfermo". Dijo también que los vecinos le contaron cuando llegó de trabajar que lo habían golpeado los policías porque había salido a defender a un perrito. "Lo tiraron al piso, le pegaron y lo patearon", dijo Casas sobre lo que le contaron los vecinos.
Después declaró la mamá de "Titi", Adela Millaqueo, quien sostuvo que cuando fue a la comisaría a las 14:30 a ver a su hijo detenido, no se lo dejaron ver. Contó que ella les advirtió a los policías que estaba enfermo y que no le pegasen. Más adelante dijo que cuando a las pocas horas salió de la comisaría, le mostró una marca en el abdomen y le dijo "eso es un botín". Además, "le costaba caminar".
Por su parte Mariela Casas -hermana de "Titi"- dijo que ella lo llevó al Hospital Regional porque no podía respirar y que tenía conocimiento de que hay un video de la detención y que su hermano no era capaz de resistirse a la policía porque "estaba muy débil a causa de que estaba enfermo".
También declararon ayer el oficial Pablo Lobos, quien recordó los pasos que llevaron a cabo en el allanamiento a la comisaría Quinta junto al comisario Leonardo Bustos –ex jefe de Investigaciones y hoy jefe de Policía- y el subcomisario Julián Vilchez, acompañados de la jueza Mariel Suárez. Describió el sector de celdas y dijo que secuestraron el parte diario que entregó el comisario Héctor Quilaleo (ex jefe de la Quinta, hoy retirado).
También declaró el perito criminalístico de la Fiscalía, Marcos Ghilberto, sobre los procedimientos de hisopado y levantamiento de muestras que llevó adelante con personal de la Policía Científica.

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