José Crettón, de 18 años, fue visto por última vez en El Maitén en 2022. Este miércoles se realizó la segunda jornada del juicio que se sigue por su crimen. Lo juzga un jurado popula en la Casa de la Cultura de Lago Puelo.
Según publica EQS, los testimonios centrales fueron los de Yanela Napal, hija del imputado, y Daniel Bahamonde, amigo del acusado.
En su declaración, Yanela confirmó que el día de la desaparición de Crettón su papá le pidió que lo llevara en la camioneta Ford EcoSport de su mamá y que en el vehículo había un segundo hombre que la joven no conocía.
Mediante indicaciones, llegaron al lugar donde Napal le dijo que los dejara.
SIN SEÑAL
Para los fiscales Débora Barrionuevo y Carlos Díaz Mayer, ese lugar no fue elegido al azar. Al bajarse de la camioneta, los dos acusados siguieron un camino lateral a las vías para después circular por terrenos aledaños, descampados y sin alumbrado, aproximadamente 900 metros, para llegar al domicilio de la víctima.
“Media hora después de que bajaron del vehículo, el celular de Crettón dejó de emitir señal, cuando había estado todo el día utilizando las redes sociales”, explicaron fuentes con acceso al expediente.
Durante su declaración, Yanela –que estaba embarazada de siete meses cuando ocurrió el crimen- evitó el contacto visual con su papá y repasó distintos hechos de violencia de género que sufrieron, tanto ella como su mamá, Marcela González.
Incluso, según detallaron fuentes del caso, relató que cuando era chica su papá la llevaba a “caponear”, como se conoce al robo de animales de campo.
Luego fue el turno de Bahamonde, quien afirmó que Napal le habría propuesto pagarle una suma de dinero a cambio de "hacer desaparecer a alguien", lo que él no aceptó.
Para los fiscales, quien sí aceptó esa propuesta fue Peinipil, elegido por Napal para cumplir con su objetivo: asesinar a Crettón para provocarle sufrimiento a González, quien lo había dejado e iniciado una relación con el joven, oriundo de Esquel.
Los acusados habrían asesinado al joven a tiros para luego quemar el cuerpo y sus pertenencias con el fin de eliminar evidencias. Los restos de la víctima aún no fueron hallados.