En la cuarta jornada del juicio por el Caso Marita Verón, que se celebra hoy en Tucumán, comenzó a declarar Susana Trimarco, quien durante 10 años encabezó la investigación por la desaparición de su hija.
El testimonio de la mujer genera un enorme interés, ya que ella mantuvo una tenaz lucha contra muchos de los imputados que ahora están en el banquillo de los acusados y se infiltró en algunos de los prostíbulos para dar con el paradero de la joven.
Luego de un cuarto intermedio dictado ayer por los jueces, la audiencia comenzó con nuevas declaraciones de Daniela Milhein, una de las 13 personas imputadas en la causa, quien tuvo que extender su relato, que comenzó ayer, por pedido de los abogados defensores de otros involucrados.
También se esperaba el testimonio de Lidia Irma Medina, otra de las imputadas, quien ayer había pedido hablar ante el tribunal pero finalmente desistió por recomendación de su letrado.
Una vez que Milhein respondió las preguntas, el tribunal dispuso un nuevo cuarto intermedio para que comience a declarar Trimarco.
El abogado Carlos Garmendia, quien representa a la familia de Marita Verón, anunció antes de comenzar el juicio que en las últimas horas fueron rescatadas cinco jóvenes que eran obligadas a ejercer la prostitución en un local de Tafí Viejo, ciudad ubicada a cinco kilómetros al norte de la capital tucumana.
La jornada de ayer contó con los testimonios de los hermanos María Jesús y Víctor Rivero, quienes rechazaron todas las imputaciones como partícipes del secuestro de la joven.
La mujer, que era dueña de una remisería y está acusada de ordenar el rapto, afirmó incluso que había ayudado monetariamente a la familia Verón para buscar a la joven.
En tanto, su hermano negó haber secuestrado a Marita el 3 de abril de 2002, cerca de la Maternidad provincial a la que Verón se dirigía para una cita médica.