Mientras tanto, pasa inadvertido un desastre ecológico en el estado de Ohio. Un tren descarriló en East Palestine, un pueblo de cinco mil habitantes, y desparramó miles de litros de cloruro de vinilo, un químico altamente tóxico que se utiliza en la fabricación de PVC.
La población debió ser evacuada mientras se ponía en práctica una "explosión controlada" para evitar la propagación de mayores daños.
Sin embargo, la liberación también generó peligrosos subproductos como cloruro de hidrógeno y fosgeno, un gas que fue utilizado como arma química durante la Primera Guerra Mundial.
Kevin Crist, de la Universidad de Ohio, alertó sobre el riesgo de desarrollar cáncer de hígado y otros órganos para quienes estén expuestos al químico, que describió como una "niebla ácida". Para colmo cientos de fotos de animales muertos por intoxicación aparecieron en las redes sociales.