El dólar abrió con una leve alza en el mercado mayorista y se negociaba en torno a los $55,30 al inicio del viernes, bajo la atenta mirada del Banco Central.
En los bancos, la divisa rondaba los 57 pesos. Ese valor es el que mantiene sin cambios el Banco Nación en los últimos días, desde que el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, y el titular del Banco Central, Guido Sandleris, dijeron que no permitirían una nueva escalada del tipo de cambio.
El contexto externo no ayudaba. La imposición de nuevos aranceles a bienes estadounidenses por parte de China golpeaba a los mercados externos, que también esperan un discurso de la Reserva Federal para tener indicios sobre el futuro de las tasas de referencia en los Estados Unidos.
El jueves, el BCRA no vendió reservas y la divisa se mantuvo en torno a esos valores, en una rueda con un volumen de negocios insulsamente bajo. Eso quiere decir que no existen vendedores de divisas, pero tampoco hay una demanda importante.
La autoridad monetaria sí vendió U$S60 millones a cuenta del Tesoro y efectuó dos subastas de Leliq, para llevar la tasa a 74,98 por ciento anual.