El legado del Padre Corti a siete años de su partida

El Cura Gaucho partió en 2013 a los 88 años. Su obra y generosidad son los pilares de la memoria de una ciudad que creció de la mano de su solidaridad.

Hoy se cumplen siete años del paso a la inmortalidad del padre Juan Corti. El Cura Gaucho falleció a las 15:20 del 27 de noviembre de 2013, a raíz de un paro cardíaco en la Clínica del Valle, después que tuviera que ser internado el 13 de octubre por padecer una insuficiencia renal.

El párroco, conocido por su trabajo a favor de los más humildes y su dedicación a la educación en los barrios marginales, tenía 88 años. Dejó como legado obras salesianas, generosidad y un amor gigante por Comodoro Rivadavia y la Patagonia.

Guillermo Schneider fue uno de sus grandes amigos. Lo acompañó en cada uno de sus viajes y juntos trabajaron para mejorar la Educación y ayudar a quienes más lo necesitan. “Siempre voy a recordar que cuando se refería a mí era ‘mi amigo Guillermo Schneider’. Era un orgullo”, sostuvo el agente de viajes a El Patagónico.

El paso de los días permitió que la imagen del Cura Gaucho fuera cada vez más grande. “Nos resulta inverosímil como alguien pensaba con tanta claridad porque él ponía a los niños delante de todos. La Educación delante de todos. Él hacía homenaje y el honor a la Educación salesiana, que es la mejor de la Argentina”, destacó.

“Lo que lamentamos es que hay cada vez menos colegios salesianos porque la acción salesiana en Comodoro fue destacadísima gracias al Padre Corti. Con siete grandes colegios, con tres asociaciones vecinales, 12 consultorios periféricos, en su momento daban a comer a 400 familias y tres iglesias. La obra del Padre Corti se va incrementando con el paso de los años”, agregó.

El legado de dejó uno de los símbolos de la historia de la región se ve materializado en cada uno de los sacerdotes que continúan con sus tareas. “El legado que él deja es inmenso porque hay que dar gracias a los sacerdotes que han venido a reemplazarlo y están al frente de donde actuaba y lo siguen haciendo con un gran esfuerzo hasta el día de la fecha”, valoró Schneider.

“Nosotros deberíamos rescatar y seguir buscando esa unión que era tan fantástica con este pueblo originalmente donde nació (Galbiati). Deberíamos mantener esa figura como ejemplo de lo que realmente se hace con mucho esfuerzo dedicado a la gente. Su vida dedicada a los pobres porque muchas veces a los pobres se los utiliza pero que él realmente vivía para y por los más humildes”, consideró.

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